Mamá de niña abusada pide celeridad en la investigación

RECONQUISTA – La mujer denunció al padre de su hija, un conocido abogado de la ciudad de Reconquista, en el 2009. El juez Palud archivó la causa dos veces, pero la Cámara ratificó que debe seguir al frente de la misma.Leila Ittig, una contadora de 33 años, lucha desde hace tres, en la ciudad de Reconquista, para que se investiguen a fondo los abusos que sufrió su hija y acusa al padre de la menor, quien fue su pareja entre el 2003 y el 2008 por los hechos. El caso tomó relevancia mediática por los reveses judiciales que sufrió el expediente, que –con un breve impasse– estuvo y está actualmente en el Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Penal de Instrucción, a cargo de Virgilio Palud. Es que el magistrado archivó la causa penal en dos ocasiones, hasta que la Cámara Penal determinó que la vuelva a investigar.

Ayer, (24/05) se esperaba que el padre de la menor, que es un reconocido abogado de la ciudad de Reconquista de 53 años, preste declaración indagatoria en la causa, pero la misma fue suspendida.

Según explicó la mujer, las sospechas sobre el abuso que estaba sufriendo su hija comenzaron en el primer semestre del 2008. La pareja se había separado en enero de ese año y el padre tuvo un régimen de visitas, y llevaba a la niña tres días por semana a su casa, a la hora de la siesta.

“De a poco, mi hija empezó a verbalizar lo que le pasaba, como podía porque todavía era muy chiquita. Empezamos a notar cambios en sus conductas, estaba muy triste y a veces tenía reacciones de mucho enojo. Y cuando la bañábamos fue cuando empezó a decir que el papá le tocaba la cola”, expresó Ittig.

En este sentido, la mujer indicó que al principio le costaba creer los dichos de la niña y que le comentó a su ex pareja lo que pasaba. La reacción del hombre no fue buena, pero aceptó que la niña fuera llevada al pediatra.

“El pediatra de mi hija era muy amigo de mi marido. Siempre había llevado a la niña a ese médico y él lo que nos contestó es que a veces los chicos cuando extrañan a una persona dicen esas cosas. Realmente rarísimo. Cuando pasó el tiempo y la chiquita seguía diciéndome a mí y a mis padres que el papá la tocaba, que le bajaba la bombacha y demás recurrí a otros profesionales, algunos de Rosario y otros de la ciudad de Santa Fe. Muchos de ellos, recibieron cartas documentos de mi ex pareja e intimaciones”, agregó Ittig, quien también destacó que por su profesión, su ex pareja tiene vínculos muy profundos con muchos de los jueces del norte provincial.

“Esta persona –continuó– siente una impunidad suficiente como para haber acusado a mi papá de haber sido quien abusó de la nena. La obligó a la nena a decir esa mentira y la filmó a la nena. Ese video después se le vino en contra. Porque en los juicios civiles que tenemos, por tenencia, alimentos y demás, nos hicieron pericias psicológicas y sobre él indicaron que es una persona neurótica y con fuertes rasgos de perversión”.

Detrás del vidrio espejado
“Lo más grave, es que mientras se producían estas entrevistas, la niña mantenía el régimen de visitas dispuesto y la situación empeoraba. Finalmente, por la insistencia del fiscal y de mi abogado, logramos que la nena tuviera entrevistas en Cámara Gesell con la reconocida psicóloga Laura Manzi, profesional del Centro de Asistencia a la Víctima de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe. Ella le pidió al juez que le dieran más sesiones, porque veía que de a poco la nena se iba soltando y había comenzado a contarle lo que le sucedía. Sin embargo, y a pesar de las quejas del fiscal, el padre de mi hija presenciaba la escena detrás de la ventana y luego le decía a la nena: «Mirá que yo te estoy viendo por la ventanita». Hasta que en la última sesión la psicóloga le pidió al juez que no le permitiera estar y le mostró a la nena que él no la estaba mirando. Fue entonces cuando mi hija se soltó y le explicó lo que le pasaba, incluso representándolo con muñecos”, detalló Ittig. Además, la mujer indicó que en el expediente constan más estudios médicos que demuestran los padecimientos de la niña.

“El juez Palud jamás solicitó de oficio ninguna prueba. Todas las que obran en el expediente han sido a instancias e insistencias mía como querellante. Entre las más importantes, están las declaraciones de dos médicos que explican que mi nena sufrió vulvovaginitis y que cuando esta enfermedad es sufrida por una nena tan chiquita es un claro síntoma de abuso sexual. Pero, además, hemos presentado cinco fotografías del padre desnudo con la niña; se advierte que alguien se las había tomado dado que está en pose, y sin embargo el doctor Palud desechó esas probanzas”, agregó la mujer.

“En un primer momento a mí sinceramente no me interesaba si esta persona iba presa o no. Yo lo que quería es que no pudiera estar más solo con mi hija. Pero ahora creo que es necesario que sea condenado. Para que mi hija entienda que lo que le sucedió está muy mal, pero que su familia y la justicia luchó por ella, por su salud física y psicológica. Sino, mi nena nunca va a tener paz. Lo que a ella le pasó es una atrocidad y quiero que el culpable sea condenado”, concluyó.

Selene Diazrivarola – reconquista.com.ar