Villa Guillermina: 60 mil pesos en violento robo

Fue el martes de la semana pasada, alrededor de las 22:30 horas, ambos estaban solos en su casa de Villa Guillermina cuando tres delincuentes, con los rostros cubiertos, irrumpieron violentamente en el lugar. Le robaron más de 60 mil pesos, la recaudación del mes.

A Rodríguez lo amenazaron con dispararle a su hija si no les daba la combinación numérica de la caja fuerte, mientras le apuntaban a la niña con un revólver, a quien le taparon la cabeza con una toalla y le ataron las manos. Luego de conseguir lo que pretendían, los delincuentes ataron al panadero de pies y manos con unos cables y a la nena la encerraron en un dormitorio.

El delito fue cometido con extrema violencia por tres sujetos, dos de ellos tenían sus rostros cubiertos con pañuelos y uno tenía una capucha de lana con visera, de acuerdo a la descripción de Ramón Rodríguez, la víctima.




Desgarradoras declaraciones
“Ingresaron por la puerta de atrás que teníamos abierta porque no hacía frío. Mi señora estaba trabajando en el comedor que tenemos y justo nos había mandado la cena a mi nena y a mí, así que estábamos comiendo y jugando con sus muñecas. En un momento fui al baño y escuché que mi nena decía ‘¡Soltame, soltame!’, entonces salí y ví que la apuntaban con un arma, que tenía una toalla en la cabeza y que tenía las manitos atrás”.

“Querían plata. Me decían: ‘Vos tenés plata, no te hagas el boludo, sabemos que vos tenés plata’. Apoyándome un cuchillo me llevaron a mi pieza donde tengo la caja fuerte. No me cortaron, pero me marcaron porque me apretaban. Me pedían la combinación de la caja que estaba arriba del placard y como yo no se la daba me trajeron a mi nena y me dijeron ‘Dame los números o le gatillamos a ella’, contó aun atemorizado”.

“Cuando la agarraron les dí los números y sacaron la plata. Tenía la recaudación del mes que eran unos 60 mil pesos y en un mueble tenía la recaudación del día anterior…. unos 6 mil pesos más el cambio. Entonces me ataron de pies y manos con un cable que sacaron del modular, a mi hija la encerraron en su pieza y se fueron. Me arrastré…me arrastré, mi nena pudo salir, la desaté como pude y le pedí que busque el teléfono, me marcó el número de mi mujer y le conté lo que pasó. Cuando vino la policía yo seguía atado con los cables y me liberaron”.

“Fue terrible. Tenés que estar en ese momento… Me acuerdo de lo que le hicieron a mi nena y me pongo nervioso, no puedo dormir. Ella gritaba desesperada porque tenía la cara tapada y las manitos atadas atrás. Nadie escuchó nada. Los únicos vecinos que tenemos siempre se acuestan temprano, no escucharon nada”. Relató la víctima con una total impotencia y con lágrimas en los ojos. “Me mataron… con ese dinero tenía que pagar los insumos”, agregó.

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