Imputaron delito de abuso sexual a un abogado

ES DE RECONQUISTA – La causa en la que se investiga en estado de libertad a un conocido profesional de la ciudad de Reconquista, acusado de manosear a su propia hija desde que tenía un año y medio de vida, tuvo un nuevo suceso, que fue la declaración indagatoria.Novedoso paso en la causa que con desgraciada lentitud lleva adelante el Poder Judicial desde hace tres años y que ahora tiene nuevo juez: Jorge Galbusera, quien reemplaza -al menos momentáneamente- a Virgilio Palud, quien nunca creyó en la versión del abuso y archivó dos veces la causa.

Reabierta la investigación y con nuevo juez, el acusado fue informado del delito por el que se lo investiga y ejerció su defensa durante una hora. Habló y respondió preguntas del juez y la fiscal Cecilia Chiaffredo. Siempre sostuvo su inocencia. Si bien es abogado, igual tuvo el acompañamiento de un defensor, quien pertenece a uno de los estudios jurídicos más prestigiosos de la Ciudad de Santa Fe.

El magistrado le imputó el delito de abuso sexual agravado por ser el padre de la víctima. No le cargó la calificación de «gravemente ultrajante», lo que eleva el mínimo de la pena posible. La diferencia está en el mínimo de la pena posible, que pasa de 3 a 4 años de prisión.

Hasta el mismo abogado del acusado, Dr Eduardo Jauchen, hombre de consulta a nivel nacional, autor de libros de derecho penal y presitigioso formador de abogados en la universidad, opinó que si el hecho hubiese existido y fuese cierto, lógicamente seria gravemente ultrajante para la víctima. Pero hizo salvedades: que el juez puede ampliar la indagatoria e imputarle ese agravante, pero que está convencido que su cliente es inocente.

Considera que no hay pruebas y además recordó que cualquier padre no hace eso con su nena, requiere una patología grave en el autor: «son situaciones muy excepcionales donde hay una psicopatología mental y psíquica muy extrema, que evidentemente no es este caso». Cree que el desórden mental lo tiene la madre para haber manipulado a su nena para acusar a su ex pareja.

El Dr Eduardo Jauchen recordó que «es habitual utilizar el sistema penal como mecanismo para llevar a cabo muchos medios de resolución de conflictos de pareja, ya sea por venganza o extorsión, donde muchas veces, como en este caso, están de por medio los hijos. Pero este caso supera todo lo habitual porque se denuncia un hecho aberrante, una hipótesis humanamente espantosa».

No duda que la nena es víctima, pero «no por un abuso, sino que se la victimiza con estos trastornos de exámenes médicos y sicológicos. Lamentablemente va a estar traumatizada desde el punto de vista sicológico por el resto de su vida». Lamentó los efectos que todo esto está produciendo en la nena, a partir de un escándalo (que está en boca de todos) «nacido de una versión. Es un caso descabellado», calificó.

Explicó que su cliente «manifiesta sorprendido completamente desde el primer momento y afectado, como cualquiera acusado de abusar de su propia hija».

Espera que se defina de una vez por todas «esta causa que ha desarrollado golpes para todos lados, afectando incluso a peritos que han intervenido y han sido denunciados. Se ha tornado en un pandemónium que solo tiene como origen una idea en la mente de una persona que persigue determinados fines utilizando al sistema judicial».

¿Por qué esta libre el acusado?
El Dr. Eduardo Jauchen opinó que no hay razones para pensar que su defendido vaya a entorpecer la investigación o que vaya a fugar por la expectativa de pena, que son las hipótesis por las que se puede justificar una prisión preventiva, la que debe restringirse al máximo porque nadie es culpable hasta que se lo prueben. Tampoco lo ha pedido la fiscal, se nos informó en el juzgado. Ese rol lo cumple la doctora Cecilia Chiafredo.

Galbusera recibió el expediente el martes 5 de junio de 2012 e inmediátamente resolvió que no aceptará seguir el caso porque cree que Palud está en condiciones de terminar la instrucción. Resolverá la cámara, pero mientras eso ocurre (demora semanas la decisión) Galbusera tavanza, ordena pruebas y procedió a indagar al imputado. Eso sucedió el jueves 21 de junio de 2012.

El delito imputado por la sospecha de haber manoseado a su nenita es el de abuso sexual agravado por ser el padre. Reproche penal: de 3 a 10 años de prisión. Si también se le imputa la calificación de «gravemente ultrajante», el mínimo se eleva a 4 años de prisión.

¿Culpable o inocente?.
Solo el Poder Judicial tiene a su alcance las herramientas para llegar al veredicto. Tiene que usarlas y rápido. Debe dejar de perder tiempo, que en este caso es una trituradora para la nena que hubiera sufrido menores consecuencias si esto se hubiera resuelto en tiempo y forma, cuando tenía 3 años. Ahora ya tiene 6 y las percepciones son otras. No ha de ser ajena al infierno de sus padres, quienes libran una batalla descarnada. Y en el medio, la nena.

Es obvio que nada conmueve más que escuchar que una nena fue abusada. Pero quienes desde afuera anticipan veredictos, son parte de una peligrosa apuesta en un caso muy complicado, como se dijo, por el nivel de enfrentamiento que tienen los padres.

Gustavo Raffín