Nuevamente la FSF suspendio el partido

VILLA OCAMPO – COPA FEDERACIÓN – La Federación santafesina de fútbol anda como bola sin manija. El alto grado de desorientación es pasmosa. Está claro que a los dirigentes de la federación este fallo de América Cañada y Unión Totoras les quitó el sueño definitivamente.Este domingo debía jugarse la primera final, así falló el Honorable Tribunal de Penas de la Federación quien fue aconsejado por el Consejo Federal, pero por apelación no se jugará. La sanción de quitarle los puntos al ganador del partido en la cancha (América 4-0) por la mala inclusión de un jugador, y pasarlo directamente a la final a Unión Totoras (que armó un lío bárbaro durante el partido en Cañada), enfureció a los dirigentes de la cañadense y por ende a los de América.

La cuestión es que “orgullosa” del fallo de su tribunal la federación mandó a jugar la primera final este domingo, y ahí fue que toda la Cañadense le cayó arriba y con profesionales del derecho incluido. Metidos en un brete, los dirigentes de la federación apurados por las autoridades de la Cañadense y sus abogados, decidieron echar “atrás” el fallo del tribunal, no haciendo caso a lo que muchas veces se reza, “nunca jamás se puede echar atrás un fallo, sin tener la debida prueba de que el mismo se tomó en término malintencionados”. En fin, en una enorme desprolijidad, la Federación paró las finales. Una determinación que caía de maduro entresemana. No se podía mandar a jugar un cotejo de esta índole con semejante “revolución” en las ligas involucradas. Analizando las culpabilidades de lo ocurrido en aquel partido, está claro que ambos clubes cometieron gruesos errores, la Cañadense por aceptar que América anote un jugador de otro club.

Unión Totoras por los desmanes que pudieron haber hasta perjudicado la salud de un jugador de América al detonarle una bomba de estruendo en el rostro. Sin contar lo que sucedió después. Ambos clubes son culpables, y ambos deberían ser sancionados con la misma “severidad” después de lo sucedido en este “desgraciado” partido, ambos deberían ser castigados como lo dice el único reglamente que rige para el fútbol universal. Cualquier otro fallo que se quiera “inventar” para una salida decorosa provocará más bronca e ira en el que no se vea beneficiado.

Huracán de Villa Ocampo, el invitado de piedra a este lío, debería asentar un fuerte reclamo a la federación santafesina, por la desprolijidad de un torneo, en el cual hace cuatro semanas se está esperando definirlo.

Indirectamente Huracán de Villa Ocampo “se ve involucrado” en una vergonzosa finalización de un certamen provincial, un verdadera pena.

Daniel Nocenti