Encuentran restos fósiles

VILLA OCAMPO – Tras las sucesivas campañas que el grupo G.P.E.R ha realizado en el Arroyo Los Amores, distrito de la Ciudad de Villa Ocampo, el material fósil recolectado nos revela el pasado prehistórico que dicha ciudad posee y que tan poco se conoce.Si pudiésemos viajar en el pasado y si pudiéramos retroceder 10 mil Años al pasado, Villa Ocampo estaría poblada por manadas de Mastodontes, estos animales pesaban alrededor de 7 toneladas, pareciéndose mucho a lo que hoy es el elefante actual, gigantescos perezosos como Megatherium, verdaderos tanques blindados como los Glyptodontes, algunos de ellos tan grande como un auto pequeño, que poseían una coraza rígida que hacían que los depredadores no pudieran atacarlos.

Temibles Tigres dientes de Sables acechando a las presas en las sombras, armadillos gigantes que empequeñecerían al tatú carreta actual, Macrauchenia, este raro animal con una pequeña trompa en sus fosas nasales y toda una variedad de ciervos y caballos hoy ya extintos.

Cuesta mucho imaginar que este territorio se asemejaba a lo que hoy es una sabana Africana, y que su fauna actual es solo el reducto insignificante si lo comparamos con estas Gigantescas bestias que habitaron este pasado tan intrigante y que tanto nos cuesta creer.

En esta oportunidad, el equipo realizó una campaña en el Arroyo Los Amores, con resultados muy positivos, la estadía duró tres días. Luego de armar el campamento, el equipo integrado por: David Franco, Jesús Cabrera, Juan Pablo Robledo y Esteban Jones, salieron a caminar por el lecho del arroyo (este primer paso en la búsqueda de fósiles se llama prospección), tras una búsqueda minuciosa de las barrancas el equipo se encontró con restos dispersos de placas óseas que conformaban la coraza de un Glyptodonte, lo cual es muy común hallarlos ya que son animales abundantes en el periodo cuaternario.

“Luego de una larga caminata, llegamos a una parte del arroyo donde el cauce del agua era mínimo y dejaba al descubierto una porción importante del sedimento portador. Fue en esta saliente que comenzamos a encontrar restos fósiles, partes de costillas, vertebras cervicales y nos dimos cuenta que el material se hallaba disperso por todo el sedimento, dejamos nuestras pertenencias y nos pusimos a trabajar de inmediato”, acotaban.

“Después de fotografiar el material vimos que parte de él se encontraba en el agua, pues lo podíamos ver por la poca profundidad, estas piezas fueron claves, ya que nos ayudaron a saber con qué animal nos habíamos topado, se pudo rescatar la mayoría de las piezas dentales de la mandíbula en perfectas condiciones, tanto los incisivos como los molares”.

“Este animal, se trata de un Toxodonte, dentro del orden de los Notoungulados, es el grupo más característico, exitoso y diverso de ungulados nativos de América del Sur; tiene una larga historia evolutiva registrándose los primeros ejemplares en el Paleoceno, hace aproximadamente 60 millones de años”.

“Luego de terminar el rescate y empacar cuidadosamente el material, el equipo siguió río arriba en busca de mas fósiles, después de caminar alrededor de un kilómetro nos encontramos con mas restos que sobresalían del lecho del arroyo casi seco, se trataba de la pelvis también de un Toxodonte en perfectas condiciones , pero no solo ésta sería la sorpresa del equipo pues a unos cuantos metros del lugar se encontró la rama mandibular de un pequeño Toxodonte, por su escaso tamaño se notaba claramente que aun no habían terminado de salir los molares, este pequeño ungulado tiene que haber muerto a una temprana edad cuando apenas era un toxodonte bebé y seguramente se hallaba al cuidado de su madre, se sabe que estos animales eran de hábitos gregarios”, opinaron.

Todas estas piezas se encuentran depositadas en el museo Angel Gregoret de la cuidad de Villa Ocampo bajo el registro: MCNAGVO 078-MCNAGVO 098.