Villa Ocampo: Mensaje del Padre Federico

Se deja a continuación el mensaje para estas fiestas del Padre Federico: “Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos”.

«Jesús es el Señor, en todo tiempo y en todo lugar. Lo ha sido en este 2025 que vamos concluyendo. Lo ha sido en esta bendita ciudad de Villa Ocampo en la que vivimos. Dios presente en el inicio, en el transcurso y en el final de nuestro año. Porque él es el Emmanuel, el “Dios con nosotros” al que celebraremos en la Navidad.

Probablemente, si nos detenemos un momento y miramos el año vivido, nos encontraremos con cientos de momentos y experiencias; personas que nos han acompañado; algunas a las que les dimos la bienvenida y otras que nos tocó despedir; familia, amigos, colegas; problemas que hemos afrontado; errores que hemos cometido y otros que hemos remendado; crisis y dificultades; proyectos, éxitos, fracasos, combate cotidiano; trabajos y descansos; enfermedades propias y ajenas; alegrías y tristezas; motivos para dar gracias, para pedir perdón; clamores dirigidos al cielo. En fin, Vida.

Un año vivido con intensidad guarda todo eso y mucho más. Necesitamos reconocerlo para concluir bien el 2025 e iniciar bien el 2026. Y para los creyentes, doblemente: reconocer el paso del Señor que nos cuida providentemente; entonar una alabanza y una acción de gracias; volver a ponernos en sus manos.

En los próximos días los cristianos celebraremos el inaudito misterio del Nacimiento de Jesús: Dios en la carne. Tierno, frágil y pequeño, obrando Salvación desde el escondido pesebre de Belén. El Señor del cielo y de la tierra, el Mesías, el Redentor… en brazos de una joven madre que lo envuelve en pañales y lo acuna para hacerlo dormir; bajo el cuidado paternal de un humilde carpintero; reconocido y adorado sólo por los pobres y los extranjeros.

Ante un misterio tan desbordante las palabras sobran. No alcanzan. Ante el misterio de nuestra Salvación sólo podemos contemplar y adorar. Silencio, contemplación y adoración. Nuestra vida en su Vida. Nuestra ciudad en sus pequeñas y divinas manos. El año vivido y el que comienza puestos en su corazón.

Jesús de Nazaret, pequeño niño del pesebre, Hijo de Dios y de María, amigo y Maestro, quédate con nosotros. Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos».

Gentileza: Ocampense