Se recordó el Ocampazo del ‘69

VILLA OCAMPO – Organizada por el Instituto 9094 “Gral. Manuel Obligado”, en el proyecto educativo “Derechos Humanos: Memoria, Verdad y Justicia; Ayer y Hoy”, se brindó una charla debate sobre el “Ocampazo”: la mayor manifestación popular que se tenga memoria en la región en defensa de la continuidad del Ingenio Arno, ocurrida el 11 de abril de 1969, y que fuera ferozmente reprimida por las fuerzas de seguridad. Fue invitado a exponer sobre el tema el periodista e investigador rosarino Carlos Del Frade.En esa oportunidad, en el Ocampazo, se pretendió iniciar una marcha a la capital provincial, conocida como “La Marcha del Hambre”, a la que adhirieron las localidades donde estaba radicada la empresa La Forestal; las que se estaban convirtiendo en pueblos fantasmas ante el cierre de la misma.

Fue el inicio de una serie de protestas sociales que se dieron ese año en contra de la política implementada desde el gobierno dictatorial de Juan Carlos Onganía; conocidas como el Correntinazo (15 de mayo de 1969), el 1º Rosariazo (21 de mayo de 1969), el Cordobazo (29 de mayo de 1969) y el 2º Rosariazo (16 de setiembre de 1969).

Fue invitado a exponer sobre el tema, el periodista e investigador rosarino Carlos Del Frade; quien destacó que “se cumplen 45 años de ese año fundamental de la historia política argentina, que significó 1969; y eso empezó acá en Villa Ocampo el 11 de abril, con aquella ‘Marcha del Hambre’, con 10.000 ocampenses metiéndose en la historia, metiendo el cuerpo para reclamar dignidad, para que no haya desocupación, para que no haya incertidumbre y la felicidad sea derecho de todos y no la propiedad privada de unos pocos. Estaba instalada toda la problemática del cierre de La Forestal y también lo de Tacuarendí, que con el cierre de su ingenio en enero de 1969 inició los despidos de lo que el gobierno llamaba la Escuela Azucarera del Litoral; a la que despreciaban porque Onganía tenía relaciones carnales con las oligarquías de Tucumán, Salta y Jujuy, y por eso había que cerrar los ingenios azucareros en el norte de Santa Fe”.

“El 22 de abril de 1969 la revista ‘Así’, que era un semanario que hacía Héctor Ricardo García (creador del Diario Crónica y Crónica TV) llegó a poner ‘Hierve Villa Ocampo’, y Villa Ocampo fue noticia nacional hace 45 años atrás; y un aspecto interesante fue la presencia de sacerdotes que, junto al pueblo ponen el cuerpo para reclamar vivir con dignidad, con la figura emblemática de Rafael Yaccuzzi, eran sacerdotes jugados. Y cuando Raimundo Ongaro (secretario general de la CGT de los Argentinos) habla del Ocampazo, recuerda cómo lo refugiaron en la Parroquia de Villa Ocampo y cómo, gracias a la solidaridad del pueblo ocampense, pudo escaparse de la represión escondido en el baúl de un auto; junto a otro dirigente extraordinario de Rosario, Héctor Polinaro, que también se tuvo que ir escapado de Villa Ocampo, metiéndose en una canoa para pasarse a la provincia de Corrientes”, describió el historiador.

DESPRECIAR LO PROPIO

Destacó Del Frade que “aquellos protagonistas fueron gente de aquí, de nuestro interior profundo, que generalmente son ninguneadas por las grandes ciudades; y nos cuesta enamorarnos del lugar de donde somos, nos pasa a todos, porque el sistema nos enseña a despreciar lo propio, lo más cercano, porque siempre nos dice que lo más importante, lo mejor, pasa muy lejos de donde estamos. Ahí, el sistema ya ganas dos veces con nosotros, nos hace creer que somos simplemente espectadores de lo que sucede en Buenos Aires; y por otro lado, como algo pasa tan lejos, nos quedamos mirando la realidad por televisión, escuchándola por radio o leyéndola, y no somos protagonistas de la historia para cambiar en lo cercano”.

“Es en lo propio y en lo cercano donde tenemos que actuar para cambiar la realidad, por eso lo primero que hay que sacarse de encima es la idea de que el lugar donde nosotros estamos nunca pasó nada, que lo mejor que podemos hacer del lugar donde nosotros estamos, nacimos y crecemos, es irnos cuanto antes; el sistema quiere que pensemos así, que lo sintamos así. Sin embargo, uno de los mejores periodistas de América, como lo fue Rodolfo Walsh, que para el recién fallecido Gabriel García Márquez fue el mejor del mundo, allá por 1969 aprendió un montón de cosas acá, en Villa Ocampo; vino como cronista para empezar a explicar por qué había pasado lo que sucedió, publicando el 22 de abril de ese año una nota de tapa de una revista que se vendía en todos los kioscos del país, porque Villa Ocampo se lanzaba desde el titular de esa revista a formar parte de la historia de la dignidad del pueblo argentino”, agregó.

Luego, preguntó al numeroso público presente en el Complejo Arno, donde brindó la charla: “¿Somos capaces de reconocer que nuestro pueblo, nuestros abuelos, nuestros tíos forman parte de lo mejor de la historia argentina?, porque el sistema nos enseña a despreciar lo propio, lo cercano; por lo tanto, nos cuesta mucho esta idea de que aquí, en Villa Ocampo, se escribió una de las páginas más extraordinarias de la dignidad popular del pueblo argentino. Y si esto les cuesta creer, que forman parte de esa historia, mucho más difícil es saber si se sienten continuadores de esa historia; porque la historia tiene sentido en tanto y en cuanto nosotros somos continuadores del sueño o somos continuadores de la complicidad de la pesadilla, ¿nos sentimos continuadores de lo que pasó en este mismo lugar hace 45 años atrás?”.

BREVE RESEÑA

A comienzos de 1969, con las economías regionales en crisis en distintas zonas del país, como la zona norte de la provincia de Santa Fe, con fábricas e ingenios cerrados, las organizaciones obreras y campesinas decidieron demandar a las autoridades. El 11 de abril se congregaron en número de 10.000 en Villa Ocampo, y desde esa ciudad partió la “Marcha del Hambre” hasta la capital provincial. Integraban la caravana de trabajadores desocupados o con sus fuentes de ocupación amenazadas, pequeños campesinos y comerciantes. Habían adherido a ese periplo de protesta las poblaciones de Villa Ana, La Gallareta, Tacuarendi, Las Toscas y Villa Guillermina.

Desde Santa Fe el jefe policial, coronel Duretta, dio instrucciones precisas: “Ubíquenlo a Ongaro de cualquier forma”, y reunió a 3.000 policías, gendarmes y soldados. La pueblada enfrentó la represión, ocupó el edificio comunal y obligó a renunciar al intendente “porque no sirve para defender al pueblo”. Al levantamiento premonitoriamente se lo conoció como “la golondrina anunciadora” de lo que posteriormente sucedería en el país con los distintos “azos”.

La Marcha del Hambre de Villa Ocampo (Sta Fe) en abril, el Mayo Caliente del 69, que incluyó las protestas de los estudiantes correntinos, el “I Rosariazo”, el Cordobazo, que se prolongarían en septiembre con el «II Rosariazo”, el alzamiento en Cipolletti, y el Choconazo, terminaron de derrotar el proyecto “sin límites” de Onganía.

Leónidas F. Ceruti
(Historiador)

Fuente: Ocampense