Entregaron las menciones En vida hermano…en vida

VILLA OCAMPO – Se llevó a cabo en la noche de este jueves 8 de marzo, en el Salón Municipal “30 de Noviembre”, una nueva entrega de los reconocimientos “En Vida Hermano… En Vida” a las siguientes mujeres ocampenses: Dora Venturini de Yaccuzzi, Eva Van De Velde de Masín y María Teresa Virili de Barreiro.Como el acto también estaba relacionado al día internacional de la mujer, participaron dos estudiantes extranjeras, integrantes del Programa de Intercambio Cultural entre las Naciones: Anne Wolff (Alemania) y Aleena Thommasorn (Tailandia), quienes fueron invitadas especialmente para exponer sobre el rol de la mujer en sus respectivos países.

En primer lugar, recibieron presentes la escritora Norma Constanzo y Beatriz Ferrer de Garro, quien ha sido distinguida en el Centro Cívico de la Región I, Nodo Reconquista, como una de las mujeres de la región.
Después, la Srta Tatiana Ledesma leyó una poesía sobre la mujer, de Norma Constanzo. También, las estudiantes extranjeras recibieron flores entregadas por el Área de la Juventud.

Las tres mujeres reconocidas fueron: Dora Venturini de Yaccuzzi, Eva Van De Velde de Masín y María Teresa Virili de Barreiro.

Dora Venturini de Yaccuzzi: Nacio en Resistencia (Chaco). Con apenas 4 años queda huérfana, su padre fallece electrocutado en un grave accidente en la usina eléctrica donde trabajaba. Fue elegida reina de la Primavera, en Moussy, allí conoce a un apuesto joven, que estaba haciendo el servicio militar en la Base Aérea de Reconquista, Daniel Yaccuzzi con quien se casa. Todos los días era levantarse a las 5 de la mañana a ordeñar las vacas que siempre eran más de 10, con esa leche había que preparar el queso, la manteca, o se la vendía en el pueblo, dos veces en la semana hacer el pan, desgranar maíz, cosechar maní, y todos los días las múltiples actividades de la casa, incluso con embarazos avanzados.

Si bien no integró ninguna institución, sí colaboró y ayudó a muchísimas personas y familias de Campo Yaccuzzi. Puso inyecciones a personas con tuberculosis, con cáncer, con neumonías, a niños, no era enfermera, pero eso no quitaba que ayudara a estas personas a aliviar su sufrimiento.

Eva Van De Velde de Masín: Nació en el bajo de Colonia Tacuarendi el 20 de enero de 1949. Por ser la hermana mayor, desde muy pequeña sus responsabilidades iban desde lavar la ropa, cuidar sus hermanos o cocinar hasta sembrar caña o hacer mandados a caballo. El año 1968 su familia pasaba por una gran crisis familiar y económica que hicieron cambiar su rumbo. Su mama le dio un par de pesos, y los invirtió en unas toallas que las vendió y compro su pasaje para ir a la capital, donde pretendía trabajar y estudiar. En el año 1972 se caso. Tuvo 6 hijos, Dario, Rosana, Ariel, Marina, Marisa y la Minu.

En los años 90 pasaron por una crisis económica y familiar muy fuerte, la cual la pudo pilotear, Laburando de sol a sol en la peluquería y en el campo para sostener su familia, sin tener fondos de la producción agrícola- ganadera y ya con una deuda impagable, porque ninguna producción alcazaba ni para los insumos.

Primero pidió ayuda a los curas Aldo y Coco y después ellos le contaron que no eran los únicos que estaban soportando la misma cruz, así los dos Eva y Raúl empezaron a juntarse con muchos que estaban soportando la misma situación. Con el tiempo los mismos agricultores y mujeres de agricultores empezaron a buscar consuelo en sus palabras, y no solo de Villa Ocampo sino de la región. Y así llega a sus oídos que por todo el país había mujeres como ella, que trabajando y sin darse grandes lujos, estaban ante una situación irreversible.

Comenzó en el año 1999 el Movimiento de «Mujeres de lucha», siendo ella la referente desde ese momento junto con un grupo de mujeres que hoy recuerdan como defendían las tierras por los remates de los campos. Fue a la justicia en el año 1994, justicia que aun no dio respuesta y su deuda sigue aun con el banco.

María Teresa Virili de Barreiro: Nació el 10 de octubre en Villa Ocampo. La llamaban Pita. Realizó la escuela primeria en el comedor de la casa del vecino Don Manuel Stechina y más adelante su propia casa, ya que por aquel entonces no había escuelas en esa parte del campo, ni maestra recibidas, por tanto les daban clases señoritas que residían en su casa con sus familias. Entre las señoritas que recuerda están Magdalena Yaccuzzi y María Luisa Pittau.

A los 14 años ingresó a la Congregación Misioneras de las Siervas del Espíritu Santo que tenia sede en la provincia de Entre Ríos y allí funcionaba el Colegio secundario. Luego como quería ser enfermera, hizo la Cruz Roja Argentina y se especializó en terapia intensiva. Desde entonces siempre trabajó en los hospitales donde la Congregación se desempeñaba.

Trabajó enel hospital de Villa Ocampo, trabajando siempre junto a un grupo de profesionales con dedicación, respeto y cumplimiento para lograr el bienestar de los enfermos. Una vez que se jubilo continuo ejerciendo su tarea de enfermera en el barrio donde vive ayudando y brindando su conocimiento y experiencia a todo el que la buscaba, sin pensar nunca en lo monetario, si en lograr el bienestar de las personas .