Histórico descenso de River

NACIONALES – NOTA DE OPINION – Es difícil admitir que el Club Atlético River Plate haya descendido al Torneo Nacional B. Increíble por el acontecimiento. Predecible para el ojo popular, que veía una enorme institución desgarrarse por negocios turbios, barra bravas y directivos con bolsillos llenos de dinero sucio. Por Leonardo Abrahan.Superó las páginas deportivas; el cimbronazo futbolístico trascendió el deporte mismo. Inédito y peculiar. La realidad es tan presente pero que no puede intoxicar la incredulidad. Parte del fútbol, está dentro de lo previsto, es parte de las reglas… Así y todo es difícil admitir que el Club Atlético River Plate haya descendido al Torneo Nacional B. Increíble por el acontecimiento. Predecible para el ojo popular, que veía una enorme institución desgarrarse por negocios turbios, barra bravas y directivos con bolsillos llenos de dinero sucio.

El imperio romano llegó a su fin, toda estructura enorme, gigante, con fortaleza que da la sensación de indestructible; con mala inversión, con vaciamiento económico, políticas personales, sociedades sospechosas, estrecha y dependiente relación con los violentos. Castillo de arena, tarde o temprano se disuelve con una simple brisa. ¿Qué hicieron con su historia?. ¿Cómo pisotearon su nombre? ¿Cómo mancharon sus colores?. ¿Dónde quedaron los millones, en marketing, en venta de jugadores por todo el mundo, la recaudación en cada presentación?.

Mirar por el espejo retrovisor y sentir el resplandor de las distintas copas elevadas al cielo con la gloria eterna, Libertadores, Intercontinental… Contar los títulos hasta el hartazgo por ser el más campeón argentino… Los rostros se multiplican, se enlazan se cruzan, de Alfredo Distéfano a Javier Saviola; de Angelito Labruna al “Burrito” Ariel Ortega; del sello de “Millonarios” por las compras de Peucelle y Bernanbé Ferrerira a la seguidilla de torneos dirigidos por Ramón Díaz comandados desde el terreno de juego por el inolvidable uruguayo el “príncipe” Enzo Francescolli. De la “Máquina”: Ramos, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustou, a los enganches del cabezón Sívori. Todo un hermoso recorrido en los 110 años de historia riverplatense…

¿Qué hicieron con River?. Evitemos señalar el vandalismo emergente aprovechando una situación deportiva; nada tiene que ver el fanatismo por una institución con la agresividad por aquellos que ven caer su negocio. No es lo mismo River en el Nacional B que en Primera. Los millones de dólares por regalías, televisión y entradas no son lo mismo. Y si la plata sucia se desgrana entre las manos, en el mundo del apriete, las amenazas, la reventa no es bueno. Eso enfurece, el enfurecimiento crispa los ánimos, los bravos salen de las sombras y generan violencia.

La rotura de las plateas, las amenazas al árbitro Sergio Pezzota, con la complicidad de dirigentes y policías; el querer doblar lo inevitable. El hincha paciente se abraza a su hijo y llora; solamente ellos saben porqué fluye ese sentimiento difícil de explicar a todos aquellos que no poseen pasión ante el fútbol. Ellos inmunes contemplan la escena, pero saben que volverán a la tribuna en cualquier cancha y cualquier categoría que juego su querido club. Ese es el gen del verdadero hincha, cuando aprecias más a tu club en las malas más que en las buenas. Allá irá el padre con su hijo a desterrar ese llanto por sonrisas, que vendrán seguramente…

Habrá que investigar el lazo con los violentos, los aprietes, las coimas, los negocios que llevaron a River a deglutir este presente; fue tan fuerte el acontecimiento que será difícil olvidarlo. Recordaremos en que lugar nos encontrábamos cuando Mariano Pavone, erró el penal, cuando Belgrano de Córdoba enmudeció a cincuenta mil personas que desbordaron el Monumental.

Para ser más claro de la magnitud del suceso vale mencionar que en esos días: Cristina Kirchner anunciaba su reelección, nombraba al ministro de economía Armando Budou, como su vicepresidente; los candidatos presidenciales perdieron pantalla a pocos meses de las elecciones; después de tantos años se volvió a jugar la Copa América en Argentina, se desplegó toda la tecnología en la fiesta de inauguración, la Selección de Fútbol de nuestro país, en su debut, con todas sus estrellas más la presencia del mejor jugador del mundo, Lionel Messi, empató – casi perdió- con el ignoto seleccionado boliviano, que lo festejó como una hazaña…

Todo estos acontecimientos no pudieron opacar en la charla popular del golpe futbolístico más grande en la historia de River Plate: el descenso al Nacional B.