Feliz día del Padre

SOCIALES – NOTA DE OPINION – Para todos los padres del mundo, unas pequeñas líneas de mi sentir sobre la persona mas extraordinaria que pude tener. Por Leonardo Abrahan.Corrieron la cortina y allí estaba, recién arribado al mundo terrenal, el latir de mi corazón. Miraba distante entre un ventanal en lágrimas, con la emoción vertiendo la fuente de mi corazón. Su pequeña mirada me asomó al horizonte profundo de mis proyectos.

Sus pequeñas manos me dan fuerzas, inyectándome esfuerzo, inspirándome el atardecer del mañana. Cargándome de esperanzas a mi futuro inmediato. Su llanto en la madrugada es la alegría inmensa de saberlo cerca, chocando contra el pasillo, con las ojeras en la noche, mirando el reloj para detener el tiempo de un instante sublime. Los días son una corriente inevitable que pasa y atropella con su velocidad la ilusión del crecimiento.

Sus primeros pasos, que potencia mi andar por el mundo, me sostienen en la vida cotidiana, perfuma las broncas y los nervios, son el remedio más saludables de los dolores de cabeza, de las angustia, de una extensa jornada laboral… Son un remedio para el alma, llega la noche, su sonrisa es el calmante inmediato para dormir en paz y esperar un nuevo día.

Balbucea, intenta descubrir sus primeras palabras; ¡papá!, se escucha a lo lejos, mis lagrimas sellan el tiempo, marcan un camino de ternura sin retorno, de amor sin fronteras. ¿Cuál será el termómetro de la felicidad?. ¿Cómo puedo medir mis sentimientos, con sus primeros besos, con su mirada, con las travesuras, cuando apoyado al vientre de cristal de su madre reposa con su cabeza y se alimenta de la leche única que emerge de los pechos exclusivos de la luz maternal.

Empezó a caminar pintando con sus pasos un paisaje mágico e irrepetible, trastabilla, cae, asusta, ilumina, se enciende, se apaga, llora, se ríe, busca, no se detiene, no descansa, agota… Pero que importa. Sigue descubriendo su nuevo mundo, con angelical mirada escucha, pregunta, señala, gesticula… Afloran los reflejos: se enoja como su madre, reacciona como su padre, saluda como sus tíos, camina como su abuelo, tierno como su abuela…

Una brújula del destino, entre el cielo y la tierra se ensancha un camino para cosechar instancias irrenunciables, momentos sublimes, abrazos intensos, besos de miel, pasiones inéditas, satisfacción de sentirse vivo y agradecer a Dios por estos mágicos momentos. Si vos que estás leyendo estas líneas se te eriza la piel o se te desprende una lágrima desde aquí te digo: ¡FELIZ DIA PAPA!

Leonardo Abrahan.