Triste dependencia

COLUMNA DE OPINION – No hay nada que los detenga; la impunidad se abre camino a sus pasos. Moneda sucia, dinero ensangrentado, con puños de acero y violencia recogen las migajas de la miseria. Por Leonardo Abrahan.La cobardía levanta el paño impune sobre los hombres de trajes verdes. La ambición sin escala no deja margen para el retroceso, una simple gota de mugre derrama oscuridad sobre la ética y moral perdida.

Ingenuos los que piensas y declaran “si los ingleses pudieron con los hooligans, nosotros tenemos que poder”, pero por favor; cualquiera que conozca un poco el fútbol argentino se dará cuenta que en nuestro país es una puesta casi imposible, digo casi para reflotar una ínfima esperanza, mientras sigamos respirando la base de los sueños es construir una ilusión.

Tantas cosas se necesitan para reconstruir el veneno que sigue inyectando sobre las venas del deporte por excelencia; lentamente el fútbol se desvanece por una realidad que lo fue encerrando año a año, a través de los tiempos arrinconándolo en un callejón que parece sin salida.

¿Cómo extirpar a los violentos si son los que trabajan haciéndoles las campañas a los políticos de turno; que son los mismos que amenazan buscando votos para la presidencia de la querida Institución?. ¿ Cómo hacer que se despeguen del club si parte de la Comisión Directiva utilizó sus servicios?. ¿Cómo no dejarlos entrar a las tribunas, si alguien les ofrece las llaves para guardar los “trapos” (banderas), bombos, y cualquier elemento o herramienta necesaria para poder agredir, herir o matar a los hinchas contrarios?. ¿Dónde van las entradas que se agotan con facilidad para la gente humilde y trabajadora que pasa la noche en vela para adquirir una popular, ese tiket que se ofrece a un par de cuadras del estadio sobre una cara terrorífica y unas manos ensangrentadas?.

Alguien podrá calmar esta corriente calamitosa; ¿por dónde se empieza, que se hace, como se sigue?. ¿Por dónde buscar las respuestas?. El silencio nos persigue cotidianamente, mientras las imágenes se suceden con temor y muerte. Una interna en Rosario, se llevó una vida; una interna en Estudiantes, apagó otra vida y otra interna en Defensa y Justicia, culminó una trilogía aborrecible.

¿Cómo bloquear un negocio de millones?; ¿Cómo barajar y dar de nuevo?. Para aquellos que lamentablemente el país le da la espalda en lo laboral, aquí les puedo apuntar unas propuestas interesantes: reventas de entradas, campañas políticas, pedidos de aportes a la causa a jugadores, dirigentes e hinchas comunes; estacionamientos, apretadas etc…

Utilizan los colores para empañar sus negocios en negro. Utilizan la pasión popular para contagiar canciones que los avalen en su que hacer cotidianos. Un hincha pasional, cariñoso y emotivo canta “los vamos a matar”, ellos van y “matan”. No saben de triunfos, de ascensos, ni descensos. No les interesa si el diez tiró un caño, si el defensor la salvó sobre la línea o si el arquero la descolgó del ángulo.

Tienen un solo objetivo, clavar los colmillos en lo más profundo del fútbol con la complicidad cotidiana de muchos y chupar toda la sangre; el amor sobre un equipo morirá cuando muera el negocio. El horizonte no da señales de cambios y la muerte respira a cada paso, mientras tanto los violentos comparten la tribuna, los sueños, se visten de fiesta y siembran día a día el terror… Que Dios nos cuide, que Dios nos bendiga…

Leonardo Abrahan