Un mapamundi que sitúa a la Argentina en el centro del mundo

La palabra mapamundi proviene de las palabras en latín de la Edad Media «mappa mundi», que se traduce como «mapa del mundo» y consiste en una representación cartográfica de la superficie de todo nuestro planeta Tierra, y se realizan desde hace varios siglos.

Existen dos versiones muy difundidas: el globo terráqueo que es esférico, y la versión aplanada llamada planisferio, que se encarga de reproducir en determinada escala el resultado teórico de alguna proyección geográfica de la esfera terrestre en una superficie plana.

Argentina en el centro del mapa: En 1975, a consecuencia del recrudecimiento de la disputa entre el Reino Unido y la República Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, el Servicio de Hidrografía Naval, dependiente de la Armada Argentina elaboró un planisferio que tomaba como punto central la Ciudad de Buenos Aires.

Más allá de las bromas posibles que caerán sobre los porteños por haberse puesto literalmente en el centro del mundo, esta versión del planisferio nos muestra que existen incontables representaciones posibles de la superficie de la Tierra, y que depende de cada uno cuál se adopta.

ARGENTINA EN EL CENTRO DEL MAPA
En 1975, a consecuencia del recrudecimiento de la disputa entre el Reino Unido y la República Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, el Servicio de Hidrografía Naval, dependiente de la Armada Argentina elaboró un planisferio que tomaba como punto central la Ciudad de Buenos Aires.

Según se explica en el artículo ‘Imágenes cartográficas: geografía, cultura y poder’ del ‘Atlas Histórico de América Latina y el Caribe’ desarrollado por la Universidad Nacional de Lanús, «el mapa se inserta en el contexto de las negociaciones diplomáticas mantenidas con Inglaterra desde la década de 1960, referidas a la cuestión de la soberanía de las islas Malvinas, conforme a las resoluciones de las Naciones Unidas.

Dichas negociaciones, que habían evidenciado avances significativos, tienen un drástico punto de inflexión en 1976 con el cambio de postura británica, que incluyó la tajante negativa a abordar la cuestión nodal respecto de la soberanía territorial».

En 2013 se presentó otra versión realizada por el Instituto Geográfico Nacional con el mismo criterio.

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