Lifschitz inauguró un laboratorio tecnológico para desarrollar fármacos contra la tuberculosis

El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, participó este miércoles de la inauguración del Laboratorio de Caracterización de Partículas ubicado en el 4° piso del edificio Damianovich de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la ciudad de Santa Fe.

El nuevo laboratorio es uno de los resultados de un proyecto conjunto entre investigadores de las facultades de Ingeniería Química y de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y especialistas del Laboratorio Industrial Farmacéutico de Santa Fe (LIF). El objetivo es optimizar y poner a punto la tecnología necesaria para la producción de fármacos para el tratamiento de la tuberculosis.

“Estamos poniendo en marcha un laboratorio que tiene que ver con el futuro, con la Santa Fe que queremos para las próximas décadas”, explicó Lifschitz. “Se trata del futuro porque incorpora equipamientos de última generación que no existen en otros lugares de la Argentina y aprovecha la experiencia y el desarrollo científico y técnico que tiene esta universidad”.

El gobernador valoró el proyecto porque articula el mundo científico y tecnológico con la producción y porque es un consorcio público-público que “tiene que ver con la búsqueda de alianzas estratégicas, sumar esfuerzos y complementar la tarea, poner en línea objetivos de entidades que son distintas pero que tienen un amplio campo de interacción”.

“Este proyecto tiene mucha potencialidad y ha permitido sumar esfuerzos y contribuciones del gobierno nacional, la universidad, la provincia y en definitiva lograr un resultado que, probablemente, ninguna de las partes por sí sola podría haber logrado”, agregó.

“Esperamos que no sea este el único laboratorio ni proyecto compartido sino que podamos ir multiplicando este tipo de iniciativas que permiten sentar bases para un desarrollo sustentable de la provincia y el país”, concluyó el mandatario.

LA OBRA
El laboratorio se enmarca en un proyecto más amplio con un presupuesto cercano a los 39 millones de pesos, de los cuales $ 23.373.000 fueron financiados por el Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. De ese monto, $ 1.900.000 fueron destinados a la creación del Laboratorio de Caracterización de Partículas de la FIQ y a la compra de equipamiento de última generación, a los que se sumaron fondos propios de esta unidad académica –100 mil pesos– que se utilizaron para el reacondicionamiento de espacios e infraestructura.

Uno de los objetivos del proyecto es que los laboratorios públicos de medicamentos comiencen a incorporar un área de investigación y desarrollo. En ese marco, un equipo de investigadores de la FIQ es el encargado de realizar las actividades de desarrollo, puesta a punto y transferencia de técnicas de caracterización de las materias primas con las que se realizarán estos fármacos.

En tanto, las etapas vinculadas a la puesta a punto de la tecnología para la producción de los tuberculostáticos y la obtención de los lotes que serán presentados a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina (Anmat) para su habilitación, serán responsabilidad del LIF y será acompañado en su ejecución por el departamento de Ingeniería Industrial de la FIQ-UNL.




PRESENTES
Asistieron también el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Eduardo Matozo; el rector de la UNL, Miguel Irigoyen; el director del LIF, Carlos Arques; y el decano de la FIQ, Enrique Mammarella.

Matozo expresó que inuguraciones de este tipo hablan “del potencial y el compromiso de nuestra provincia en la producción pública de medicamentos. Tenemos 150 mil estudiantes universitarios y realmente eso es importantísimo a la hora de saber dónde vamos a invertir y a poner nuestro sistema productivo, y eso es lo que queremos potenciar”.

El ministro expresó que “esta interacción entre la provincia y el sector científico tecnológico nos va a encontrar a esta gestión trabajando codo a codo, todos los días, en pos de que nuestra población tenga más y mejor trabajo”.

Irigoyen manifestó su convencimiento de que “siguiendo en esta línea podremos dar más y mejores señales a la sociedad que, desde las distintas órbitas del Estado, trabajando de forma sincronizada y con proyectos por delante, es posible llegar a las transformaciones que todos queremos”.

En ese sentido, recordó que “no es usual acceder a fondos de financiamiento nacionales concursables y menos aun que distintos niveles del Estado se pongan de acuerdo y trabajen mancomunadamente para llevar adelante este tipo de proyectos”.

Por último, Mamarella agradeció “la confianza del LIF, de la provincia y de todos los sectores que siguen creyendo en la universidad pública, que creen en esta facultad en la cual durante mucho tiempo hemos venido tratando de resolver problemas de la sociedad en general y hoy, por suerte, nos toca estar también en la producción pública de medicamentos”.

De la inauguración también participaron el ministro de Salud, Miguel González; el director del LIF, Carlos Sarquis; la responsable del nuevo laboratorio, Mirta Maximino; el decano de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, Javier Lottersberger; el vicedecano de la Facultad de Ingeniería Química, Adrián Bonivardi; la secretaria de Universidad de Ciencia y Técnica, Erica Hynes; y el director del Conicet Santa Fe, Ulises Sedrán, entre otras autoridades provinciales y académicas.

CONSORCIO PÚBLICO-PÚBLICO
Este proyecto se plantea el desafío de desarrollar y poner a punto, a escala piloto, la tecnología necesaria para luego, a partir del escalado industrial, lograr dar respuesta a las necesidades de medicamentos para la tuberculosis, en cantidades estables y suficientes y a valores razonables en función de los costos de producción, beneficiando a los sectores socialmente más desfavorecidos.

El plan tiene una importancia de escala nacional, ya que hay un área de vacancia importante en la producción pública de medicamentos, en especial, de aquellos denominados huérfanos como los tuberculostáticos.