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7 de septiembre: Día Internacional de la Fibrosis Pulmonar Idiopática

Se trata de una enfermedad crónica, progresiva y de causa desconocida que afecta a miles de personas en todo el mundo. Si bien hay avances en los métodos de diagnóstico, su identificación temprana continúa siendo una dificultad para el sistema de salud.

La Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI) sigue siendo un gran desafío para la medicina actual. A pesar de los avances terapéuticos y diagnósticos, continúa presentando dificultades en su identificación temprana y manejo clínico, especialmente por la baja especificidad de sus síntomas iniciales. En este contexto, es fundamental el papel de la comunidad médica en la promoción del conocimiento actualizado, el abordaje multidisciplinario y la educación continua.

En nuestro país no se cuenta con cifras oficiales pero como la FPI es una enfermedad que suele presentarse en personas mayores de 60 años, se estima que la cantidad de individuos diagnosticados continuaría aumentando debido a una esperanza de vida más prolongada y un diagnóstico más temprano y preciso, gracias a mejoras en las técnicas de diagnóstico.

La FPI se produce cuando el tejido del pulmón se daña progresivamente y cicatriza, tornándose más grueso y rígido. Si bien en la mayoría de los casos no se conocen las causas, sí existen factores asociados con ella y son los siguientes: tabaquismo, exposición prolongada a contaminantes o polvos ambientales o laborales, infecciones pulmonares virales o bacterianas, ciertos medicamentos como algunos antibióticos, antiarrítmicos, anticonvulsivos; enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE); y predisposición genética.

“Tal vez el mayor desafío sea el diagnóstico temprano. Las manifestaciones clínicas pueden ser comunes a muchas enfermedades respiratorias, por lo cual es importante identificar a los pacientes con factores de riesgo para desarrollar dicha enfermedad. Una de las opciones sería aprovechar la nueva estrategia de cribado de cáncer de pulmón en la que se realiza una TAC con baja radiación para detectar la presencia de alteraciones intersticiales, quizá así podamos llegar más temprano al diagnóstico”, explica la Dra. María Otola, Neumonóloga y Coordinadora de la Sección de Enfermedades Pulmonares Intersticiales de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

Signos de alarma para el diagnóstico


Es clave estar atentos y consultar si se observan estos síntomas persistentes:

– Falta de aire que no se relaciona con esfuerzo físico significativo.
– Tos seca persistente, sin explicación clara.
– Fatiga constante, dificultad para realizar tareas cotidianas.
– Crujidos finos al auscultar los pulmones (“tipo velcro”).
– Pérdida de peso inexplicable o baja tolerancia al ejercicio.

En América Latina, los datos clínicos del registro REFIPI revelaron que el retraso diagnóstico promedio es de aproximadamente un año, lo que enfatiza la urgencia de una detección precoz. Detectar la FPI en sus primeras etapas puede marcar la diferencia en el manejo clínico y en la calidad de vida de los pacientes.

Un mensaje para los pacientes y sus familias

Si bien la Fibrosis Pulmonar Idiopática continúa siendo un gran desafío, les decimos a los pacientes y familiares que no están solos. La detección temprana, los tratamientos disponibles y el acompañamiento de equipos especializados permiten mejorar la calidad de vida y manejar mejor los síntomas. Consultar ante los primeros signos, informarse con fuentes confiables y participar activamente en el cuidado son pasos fundamentales.

La AAMR invita a los pacientes y a sus familias a ser protagonistas de su salud, a sostener el diálogo con los profesionales, a sumarse a espacios de apoyo y a confiar en que los avances científicos y médicos siguen abriendo caminos de esperanza.

Un mensaje para los profesionales de la salud

Desde la AAMR hoy, invitamos a pensar, no solo en quienes viven con Fibrosis Pulmonar Idiopática, sino también en los equipos de salud, investigadores y docentes que dedican su labor a mejorar la calidad de vida de los pacientes y a profundizar en la comprensión de esta compleja enfermedad. Desde las aulas hasta los laboratorios, desde las consultas médicas hasta los espacios de cuidados paliativos, cada esfuerzo cuenta y construye esperanza.

“Esta fecha representa una oportunidad crucial para reflexionar, sensibilizar y renovar el compromiso con la investigación, el diagnóstico temprano y el acompañamiento integral de los pacientes que sufren esta patología. Hacemos un llamado a continuar fortaleciendo las redes de colaboración académica y científica, impulsando ensayos clínicos, fomentando la formación especializada y promoviendo campañas de sensibilización que permitan un abordaje más oportuno y humano” destacó la Dra. Luciana Molinari (MN111.508), Neumonóloga y Coordinadora de la Sección de Enfermedades Pulmonares Intersticiales de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

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