
Por Agustina Macuglia
El masaje facial es mucho más que un tratamiento estético: ayuda a relajar, liberar toxinas y reconectar con uno mismo. En este artículo te cuento sobre sus beneficios, su historia y los descubrimientos científicos más recientes que lo posicionan como una práctica clave para el bienestar integral.
¿Qué es el masaje facial?
Es una técnica principalmente manual constituida por maniobras y movimientos específicos que realizamos sobre el rostro, el cuello, la cabeza y el pecho, es decir, toda la parte superior de nuestro cuerpo.
Historia del masaje hasta el contexto actual
Si bien son prácticas que están en auge y encontramos mucha información sobre ellas en internet, tienen miles de años y conformaron saberes fundamentales en varias culturas.
Los primeros datos escritos datan de hace más de 5000 años. En China, el Libro Blanco de Kong Fou, 2500 (años A.C.) se considera el primer tratado del Masaje. También se escribió el Nei Ching (canon de medicina interna del Emperador Huang Ti) alrededor de 500 años A.C., donde se recomienda la práctica del masaje, acupuntura, moxibustión y prácticas herbolarias.
En la India existen los libros Vedas (180 años A.C.), los cuales indicaban la práctica de ejercicio, dietas, baños y la aplicación de masaje como obligaciones cotidianas del hombre.
Durante la Edad Media su práctica se relegó por la influencia religiosa, pero con los avances de la ciencia y la medicina en la Modernidad, se retomaron y se integraron saberes orientales al estilo de vida occidental.
Ya en el siglo XXI, con la globalización y las redes sociales, los saberes de cada cultura se fueron expandiendo, y las técnicas orientales, como por ejemplo la del Gua Sha y el Yoga Facial, empezaron a cobrar relevancia a nivel mundial.
Una faceta independiente: los automasajes
Es una práctica pensada para que nos realicemos masajes a nosotros mismos. Por supuesto que estaremos con un registro más activo que si solo fuéramos pacientes, pero funciona para conocernos, nos da libertad de hacerlo en cualquier momento que podamos y necesitemos. Es un momento de relajación personal, de escucha y cuidado propio.
Lo que nuevos estudios científicos revelan
Un estudio publicado en la revista Nature sugiere que masajear el cuello y la cara puede ayudar a eliminar toxinas del cerebro, ya que la estimulación mecánica mejora el drenaje del líquido cefalorraquídeo. Este fluido, que rodea el encéfalo y la médula espinal, actúa como amortiguador, regula la presión intracraneal y elimina desechos metabólicos.
Investigadores del Korea Advanced Institute of Science and Technology (KAIST), dirigidos por Gou Young Koh, descubrieron que, además de los vasos linfáticos profundos del cuello, existe una red superficial situada bajo la piel que puede estimularse externamente.
Para comprobarlo, aplicaron suaves masajes descendentes en la cara y el cuello de ratones jóvenes y mayores, utilizando un dispositivo simple con un algodón en la punta. Con solo un minuto de masaje, la velocidad del flujo del líquido cefalorraquídeo se triplicó, y en los ejemplares envejecidos el drenaje se restauró a niveles comparables con los más jóvenes.
¿Puede aplicarse en humanos?
En estudios no publicados encontraron evidencia de vasos linfáticos similares en cadáveres humanos. Esto sugiere que, con los ajustes adecuados, esta técnica podría aplicarse en personas.
Aun así, los expertos piden cautela. Como advierte Vesa Kiviniemi, de la Universidad de Oulu, en Finlandia (no vinculado al estudio), los ratones y los monos tienen diferencias anatómicas importantes respecto a los seres humanos.
Steven Proulx, del Instituto de Investigación Biomédica de la Universidad de Berna, también se muestra cauteloso, y ha declarado que “aún no está claro si mejorar el flujo del líquido cerebroespinal puede ralentizar el envejecimiento cerebral o proteger contra enfermedades como el alzhéimer”.
A pesar de ello, el equipo de Koh ya está planificando experimentos en ratones con modelos genéticos de Alzheimer para evaluar los posibles efectos neuroprotectores de esta técnica.
Un futuro prometedor para la neuroterapia
Los resultados abren un nuevo campo terapéutico: el de la fisioterapia linfática cerebral. Un dispositivo portátil que simule estos movimientos podría convertirse en una herramienta diaria para personas mayores o pacientes en riesgo de demencia.
A modo de cierre
El universo de los masajes es sumamente amplio y sigue impulsando nuevos descubrimientos. Constituye una práctica de autodescubrimiento, donde cada contacto y cada movimiento invitan a reconectar con la propia esencia. Es un espacio íntimo de atención plena y de liberación de tensiones acumuladas en la vida diaria.
Nos enseña a reconocer nuestras propias necesidades, a cultivar la sensibilidad hacia lo que sentimos y a ejercitar un autocuidado indispensable para un estilo de vida más consciente y armónico.
Agustina Macuglia (29), nacida en Las Toscas, Santa Fe. Es masajista corporal y facial, bailarina y docente de danzas, formadora en tecnicas del masaje, escritora y creadora de contenidos sobre el universo del bienestar y el cuidado del cuerpo. Vivió en Rosario de 2014 a 2024 y en México desde fines del 2024 a mediados del 2025.
