Invertir más allá de Alberto Fernández

La gestión de gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner está transitando su tercer año de mandato, período durante el cual los argentinos transitamos una pandemia, el peso se depreció más del 100,0%, la inflación escaló a niveles del 60,0% y en el mundo se desencadenó un conflicto bélico, entre otros hechos destacables.

Por Salvador Di Stefano

Un año y medio nos separa de las próximas elecciones presidenciales, momento en el cual conoceremos si el próximo gobierno continuará bajo la misma línea política que la actual fórmula o si la nueva gestión tomará un rumbo diametralmente opuesto.

De cara al segundo semestre del año deberemos tomar decisiones de inversión considerando que nos enfrentaremos a una economía interna cuyas proyecciones de crecimiento son muy bajas, las expectativas de inflación muy altas, tasas de depreciación inferiores a la variación de precios, brechas cambiarias en torno al 100,0%, y una economía internacional inflacionaria, con bancos centrales implementando políticas monetarias cada vez más agresivas y restrictivas, en pos de intentar controlar la inflación.

Teniendo todo esto en cuenta, consideramos apropiado armar una cartera de inversión, con instrumentos que, no solo nos permitan sortear los contratiempos de la economía local e internacional, sino que también nos ofrezcan los mejores rendimientos posibles.

Al momento de armar una cartera de inversión resulta esencial destacar la importancia de diversificar el dinero. La diversificación se refiere a distribuir la inversión en diferentes instrumentos con el objetivo principal de minimizar el riesgo. Otro objetivo que se podría perseguir a la hora de diversificar sería construir un flujo mensual o de menor plazo, ya que hay instrumentos cuyas estructuras están armadas para pagar intereses de forma trimestral, semestral o anual.

El nivel de riesgo que se asuma con la inversión dependerá del perfil del inversor. Hay inversores que están dispuestos a asumir más riesgo para conseguir un rendimiento mayor, mientras que hay otros que prefieren perseguir un rendimiento menor, soportando un riesgo inferior.

Al margen del perfil general de la persona que realice la inversión, también dependerá del objetivo que se persiga con la inversión en particular. Pensar la inversión como resguardo de valor a largo plazo es diferente a necesitar un flujo de dinero mensual para hacer frente a otros compromisos.

Teniendo en consideración lo detallado hasta el momento, proponemos la siguiente cartera de inversión.

Instrumentos:

. – Plazo Fijo UVA

. – Bono PR15 2022, en pesos a tasa variable

. – Bono T2X4, BONTE 2024 CER + 1,55%, en pesos ajustado por inflación

. – Bono TV24 2024, en dólares, pagadero en pesos, ajustado por la evolución del dólar oficial

. – Bono AL29D, bono soberano en dólares

. – ON CRESDU 2024, obligación negociable de la empresa Cresud, en dólares, bajo Ley Argentina

. – Dólar billete

Diversificación del capital:

Del total de la inversión disponible, proponemos la siguiente distribución:

. – 15,0% = Plazo Fijo UVA

. – 10,0% = Bono PR15 2022

. – 20,0% = Bono T2X4 BONTE 2024 CER + 1,55

. – 10,0% = Bono TV24 2024

. – 10,0% = Bono AL29D

. – 20,0% = ON CRESDU 2024

. – 15,0% = Dólar billete

Con respecto a los flujos, con esta cartera lograríamos tener flujo todos los meses, ya que la estructura de pagos sería la siguiente:

. – Plazo Fijo UVA “calesita” = suponiendo que se constituye en junio 2022:

1) 1) A 90 días = vto septiembre 2022, renovación por 90 días

2) 2) A 120 días = vto octubre 2022, renovación por 90 días

3) 3) A 150 días = vto noviembre 2022, renovación por 90 días

. – Bono PR15 2022 = pago trimestral.

Vencimientos: julio 2022 y octubre 2022.

Finaliza en octubre 2022.

. – Bono T2X4 BONTE 2024 CER + 1,55 = pago semestral.

Vencimientos en los meses de enero y julio de cada año.

Finaliza en julio 2024.

. – Bono TV24 2024 = pago semestral.

Vencimientos en los meses de abril y octubre de cada año.

Finaliza en abril 2024.

. – Bono AL29D = pago semestral.

Vencimientos en los meses de enero y julio de cada año.

Finaliza en julio 2029.

. – ON CRESDU 2024 = pago semestral.

Vencimientos en los meses de junio y diciembre de cada año.

Finaliza en junio 2024.

De esta forma, nos quedaría una cartera de inversión distribuida de la siguiente forma:

A) Según la moneda:

. – 40,0% en pesos

. – 60,0% en dólares

B)Según rendimiento:

. – 20,0% U$S Billete

. – 40,0% por variable de ajuste (10,0% por dólar y 30,0% por inflación)

. – 40,0% sin variable de ajuste

C) Según el plazo:

. – 30,0% Corto plazo (a 1 año)

. – 60,0% Mediano plazo (hasta el año 2024)

. – 10,0% Largo plazo (después del año 2024)

Nos pareció interesante centrar varios instrumentos con vencimiento en el año 2024 ya que, por ser el primer año de mandato del próximo gobierno, interpretamos que el mercado descuenta un cambio de coalición gobernante, por lo que las tasas internas de retorno de dichos instrumentos son superiores a la de otros activos con vencimientos en otras fechas.

De todas formas, no quisimos descartar instrumentos que venzan a lo largo de este mismo año, así como también instrumentos que venzan más allá del próximo gobierno.

Tal como comentamos al principio, esta cartera de inversión es una propuesta que refleja una posible diversificación de capital, distribuida en el tiempo, tanto en pesos como en dólares, con flujos mensuales y de renta fija. Esta cartera no tiene en cuenta instrumentos de renta variable como ser los Fondos Comunes de Inversión, las acciones o las criptomonedas. En próximas notas estaremos presentando alternativas de inversión que contemplen dichos activos.