Salvador Distefano: «Escasea la confianza y abunda la incertidumbre»

El dólar en el mercado de futuro descuenta una tasa de interés del 185% anual, augura un precio de $ 79 para diciembre de 2019, mientras la tasa de leliq está en el 68% anual. El dólar mayorista está en $ 58,7 mientras que el dólar financiero cotiza a $ 75,0 con una brecha del 28%. La diferencia entre la intervención y la realidad de mercado es enorme, es el costo que pagaremos hasta la elección del domingo.

El mercado se está sincerando, el precio de los bonos está cayendo ante la posibilidad de una agresiva reestructuración de la deuda, el dólar se va posicionando en un precio mucho más elevado para después del 27 de octubre, y la brecha entre el dólar financiero y comercial se acrecienta día a día.

El mercado está descontando el triunfo de la oposición, y por ende no hay a primera vista una guía de lo que podría ocurrir, lo único que está claro es que los dólares son escasos, los pesos abundan, los bonos sobran y el exterior es el camino.

El 11 de octubre pasado el bono más largo del mercado local, el bono a 100 años, valía U$S 52,50 y hoy vale U$S 45,40, la baja es superior al 10%. Un bono corto como el Bonar 2020 el 3 de octubre valía U$S 43,00, hoy cotiza en U$S 36,45 lo cual implica una baja del 15%. Son los dos extremos de la familia de bonos argentinos, y nos indica que algo está sucediendo en el mercado, lo que tenemos claro es que no es bueno para el inversor y el país.

Estos precios descuentan una agresiva reestructuración de la deuda, con quita de capital e interés, alargamiento de plazos y capitalización de intereses en los primeros años. En resumen, quedó en el recuerdo la reestructuración a la uruguaya.

En materia de dólar, el mercado de futuro nos marca que otra será la historia después del 27 de octubre. El Banco Central no para de vender reservas, es insostenible la salida de dólares, y se vienen vencimientos de deuda muy elevados hacia fines de diciembre.

Mientras la tasa de leliq se ubica en el 68% anual, en el mercado de futuro de dólar, la posición diciembre cotiza a $ 79,10 descontando una tasa de interés anualizada del 185% anual. Esto implica que el mercado ve una fuerte suba del dólar pasada las elecciones, más restricciones para la compra de dólares en el mercado, y no hay que extrañarse si aparece el dólar turismo.

En el mercado el dólar financiero o bolsa cotiza en $ 75,00 lo que ya nos marca una brecha del 27,8% con el dólar mayorista o comercial. El dólar contado con liqui que te permite sacar los dólares del país cotiza a $ 78,7 en este caso la brecha es del 34,1% anual.

Luego de este repaso de lo que sucede en el mercado, tenemos claro que hay escasez de confianza y abundancia de incertidumbre. El mercado está reclamando definiciones concretas de lo que hará el ganador del 27 de octubre en temas claves como acuerdo con el FMI, reestructuración de la deuda pública, y financiamiento futuro. Para poder renegociar estos acuerdos será necesario explicitar qué política fiscal se llevaría adelante, lo que implicaría ajustes en el gasto público, ya que la recaudación está por el piso, se termina el tiempo de las promesas, y comienza el momento de los costos políticos que deben asumir los que ganen, y cuanto están dispuestos a arriesgar en pos de la sustentabilidad intertemporal de los superávits fiscales futuros.

La balanza comercial al mes de septiembre muestra que el país está atravesando una dura crisis, las exportaciones suman U$S 47.959 millones, y las importaciones U$S 38.462 millones, esto implica un superávit de U$S 9.497 millones.

Resulta muy loco que en un mundo en donde la tasa de interés es negativa, un país en donde sobran dólares de la balanza comercial y un escenario probable de suba en el precio de nuestras exportaciones, el dólar no pare de subir, y los agentes económicos emigren sus ahorros al exterior.

Seguramente hay una lista larga de pesimistas que indican que esto se potenciará en los próximos meses, creemos que Argentina tiene posibilidades de detener esta sangría de dólares, gane quien gane la elección. La estructura de precios relativos en el mercado interno está cada día más atractiva. Cambiar dólares en el mercado financiero y comprar bienes de capital del exterior nos dejan como saldo precios un 27,8% más económicos. La codicia no solo está en el valor del dólar, también tendremos que ir mensurando qué podemos comprar con los dólares que tenemos, porque se vive un escenario en donde el dólar sube, los activos bajan y la brecha comienza a ser muy tentadora.

Conclusión

La semana próxima esperamos tener más certezas que incertidumbre. El ganador de las elecciones tendrá que detallar quién conducirá la economía, y qué líneas directrices lo guiarán en los próximos años de gobierno. Es muy probable que en el mientras tanto se profundicen las restricciones cambiarias, nadie quiere perder reservas antes de aplicar un plan de gobierno.

Si el resultado electoral nos guiara a una segunda vuelta, las cuatro semanas que restarían para la elección presidencial del 23 de noviembre serán difíciles de sobrellevar. Se espiralizarían las expectativas sobre cambios en el mercado monetario y fiscal, en este caso se necesitaría algún acuerdo macro para sobrellevar los próximos 26 días.

Está claro que resulta difícil tomar decisiones de inversión en este contexto, por eso el precio del dólar futuro saltó a niveles muy elevados, la tasa que descuentan es superior al 100% anual, los bonos ajustaron a la baja en precios, y la brecha entre el dólar comercial versus financiero tiene a crecer. Con estos datos en la mano, sobra incertidumbre y escasea la confianza, así será difícil crecer, y el verano luce muy complicado.

Salvador Di Stefano

Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo.