Opinión: Un enero descomplicado

El gobierno consigue financiamiento en los mercados mundiales. Sin embargo, la tasa no es baja en dólares, y menos aún en pesos. El fantasma de la inflación asecha, dólar dormido en el primer semestre.

Culmina enero con una fuerte suba en la bolsa de valores, gran colocación de bonos por parte del Estado nacional, un dólar muy quieto y tasas de interés que sigan elevadas, al calor de la emisión monetaria que debe llevar adelante el banco central ante la avalancha de dólares que llegan al país.

En el mes de enero el gobierno consiguió U$S 6.000 millones de un grupo de bancos a una tasa del 3,8% anual a 18 meses de plazo. El 12 de enero coloco letes en dólares por un total de U$S 1.350 millones al 3% anual. Coloco un bono a 5 años por un monto de U$S 3.250 millones a una tasa del 5,625% anual, y un bono a 10 años por un monto de U$S 3.750 millones a una tasa del 7% anual. Esta semana consiguió un total de U$S 2.700 millones entre una colocación de bonos en pesos y letes en dólares. En total en el mes de enero se colocaron U$S 17.050 millones, lo que representa más del 50% del vencimiento de deuda de este año.

Paralelamente a estas colocaciones, el Banco Central sigue sumando deuda, entre el stock de lebac y lo colocado en pases suma un total de $ 706.000 millones, que equivale a un total de U$S 44.500 millones.

En este festival de deuda, mucho dinero se toma en dólares para pagar obligaciones en pesos, eso hace que el Banco Central tome dichos dólares, y los tenga que transformar en pesos. En esta operatoria las reservas del Banco Central pasaron a U$S 46.632 millones, no son reservas genuinas, se deben y a tasas muy altas, con el agravante que algún día habrá que devolverlas.

En él mientras tanto, la consecuencia de estas operaciones financieras, es que sobran dólares y pesos en el mercado.

El dólar sigue cotizando en torno de $ 16,00 con un gran ingreso de divisas de cara al mes de marzo cuando vence la segunda parte del blanqueo, y en abril mayo por la cosecha de maíz y soja. Claramente no vemos un dólar activo hasta el segundo semestre del año.

En materia de pesos, las tasas siguen elevadas, el gobierno convalida niveles de tasa de interés en torno del 24% anual. Con este nivel de tasas, es imposible que los agentes económicos tomen financiamiento en el mercado. El crédito se derrite, a los bancos le sobran pesos y todos financian al Estado. Con este contexto es difícil que haya una reactivación importante.

En el mes de enero hemos observado un aumento del 8% de los combustibles, y en febrero hay aumentos de energía eléctrica. Todo hace presumir un verano caliente en materia de precios, no obstante, la dura recesión termina generando ofertas para pasar el verano.

El gobierno debería mostrar una inflación que no supere el 5% anual en el primer trimestre. Si logra ese objetivo podría cumplir su promesa de una inflación del 17% anual. Si esa meta es mucho más alta, dejará un arrastre mayor para los meses subsiguientes, y todo indicaría que la inflación se ubicará en torno del 23% anual. En ambos análisis los niveles de tasa de interés en pesos están en un piso, y llegaron para quedarse mucho tiempo.

La buena noticia para el mes de febrero es que los asalariados cobraran con menos retenciones del impuesto a las ganancias, y esto liberaría dinero al mercado, lo que podría proyectar una recuperación el consumo.

Volviendo al escenario financiero, el mes de enero mostro una gran recuperación en el mercado accionario. Sin embargo, parece que la bolsa se va quedando sin nafta. El contexto internacional se torna cada vez más enrarecido con las desventuras y la desglobalización que no propone Donald Trump a diario. No habrá que descartar una devaluación de las monedas del mundo emergente, y una lógica toma de ganancias en los mercados accionarios.

Argentina no está la margen de este contexto, sin embargo, la bolsa local suma atributos para realizar una toma de ganancias. El 17 de febrero vence el mercado de futuros y opciones, lo que seguramente agregara una gran oferta de acciones, si los precios siguen en los niveles actuales. Mayor oferta, con una demanda selectiva invitara a una toma de ganancias. Por otro lado, vemos como una constante, empresas que no crecen en ganancias, dado sus estructuras patrimoniales altamente endeudadas, y carentes de liquidez.







Conclusiones

1) Dólar muy planchado ante el festival de bonos que logra colocar el país a nivel internacional. Recordemos que esto es pan para hoy y hambre para mañana, en algún momento las deudas se pagan, y las tasas que convalidamos no son un regalo.

2) La tasa en pesos sigue en niveles elevados, y no permite a los bancos ofrecer créditos atractivos al consumidor.

3) Los bonos en dólares con plazos superiores a los 10 años rentan el 7% anual, son una excelente inversión, si le sumamos que no pagan bienes personales y ganancias.

4) Las acciones están en las puertas de una toma de ganancias, ya que su capitalización no condice con la potencial de ganancias esperadas, y a esto se le suma una gran oferta de papeles en el mercado de futuro que vence el 17 de febrero.

El mundo le sonríe al gobierno, a pesar de la llegada de Donald Trump, argentina sigue consiguiendo financiamiento, en marzo vence el blanqueo, y los precios de la soja y maíz son muy buenos. El gobierno comienza bien el año desde el punto de vista macroeconómico, en la economía de la calle, la reactivación no se siente, falta vertebrar un plan económico que dinamice la actividad económica, con salarios que perdieron poder adquisitivo en el año 2016, hasta la próxima paritaria el mercado seguirá muy frío, a pesar de que estamos en verano.

Salvador Di Stefano

Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo.