NACIONALES – Los temas de agenda deberían ser múltiples y ameritan un tratamiento profundo, en virtud de ello hay expectativas y sobretodo la necesidad dar vuelta la hoja. Por Aldo Norberto Bonaveri.Los alejamientos de Norberto Yauhar y Guillermo Moreno del Gobierno trajeron alivio al sector agropecuario; si bien aún la Comisión de Enlace no ha tenido respuesta al pedido de audiencia formulado, se aguarda que el ministro Carlos Casamiquela concrete la convocatoria sin demasiada dilación.
Para Casamiquela la relación con la dirigencia ruralista constituye un desafío mayúsculo; la coyuntura del sector es muy complicada y él la conoce, mucho más desfavorable que cuando asumió el removido Yauhar. El gran interrogante pasa por el margen de maniobra que dispondrá para ir resolviendo problemas que requieren pronto tratamiento.
El estado de situación y la historia de desencuentros generan a priori la lucubración de diferentes conjeturas. Es difícil pensar que la presidenta esté dispuesta a dar un giro de 180° respecto a la política agropecuaria; al mismo tiempo, tampoco cabe suponer que el flamante ministro haya aceptado conducir la cartera sin facultades para modificar lo que considera pertinente. Es lógico presumir que el ex presidente del INTA, como versado en la materia, habrá advertido que para que el campo aporte las divisas que con avidez necesita el país, será menester corregir factores que actualmente operan como deficitarios para la mayoría de las actividades agrarias.
Es posible que en su convalecencia la presidenta haya recapacitado sobre los fracasos que significaron las medidas implementadas en materia agropecuaria, durante los casi 6 años de gestión abundan datos elocuentes; la acumulación de desaciertos trascienden los perjuicios directos que afectaron al sector, sino que también determinaron pérdidas de oportunidades para el país, perturbando producciones emblemáticas, cuyas referencias más evidentes son justamente la carne y el pan.
Casamiquela ha producido una renovación mayúscula en el elenco de funcionarios en su área, (apenas están conservando sus cargos Carla Campos Bilbao y Emilio Pérsico en Agricultura Familiar y Economías Regionales) si bien es prematuro emitir juicios, da la impresión que su intención no pasa por una mera cosmética, ni cambios intrascendentes.
Los temas de agenda deberían ser múltiples y ameritan un tratamiento profundo, en virtud de ello se generan expectativas y sobretodo la necesidad dar vuelta la hoja, la coyuntura es difícil, pero a la vez constituye una oportunidad para comenzar a transitar el camino del entendimiento.
pregón agropecuario
