Dos muertos en el puente Los Amores

VILLA OCAMPO – Alrededor de las 05,45 horas del domingo 21 de julio, en el puente del arroyo Los Amores, sobre la ruta nacional once, ingreso sur de la ciudad de Villa Ocampo, perdieron la vida dos jóvenes del paraje isleta centro, jurisdicción de la localidad ocampense.El Renault 19 dominio BFD 366 era conducido por su propietario: Marcos Antonio González, 35, acompañado por Gustavo Fleitas; y Cristian Luis Ramirez, 29; quienes se dirigían rumbo al norte cuando «salió de la cinta asfáltica, golpeando el guardarrail, se desplazó en el aire unos 30 metros aproximadamente, cayendo de una altura de 6 metros hacia el Arroyo», informó la policía.

Fallecieron Marcos González y Gustavo Fleitas.

Ramirez logró salir por sus propios medios y salió a la ruta a pedir auxilio. Luego fue trasladado al Hospital de Villa Ocampo.

Sucedió antes del amanecer de este domingo 21 de julio de 2013. La policía fue reportada del caso a las 5:40 de la madrugada.

El sobreviviente contó que regresaban desde Lanteri donde estuvieron en un boliche bailable rumbo a sus domicilios en Paraje Isleta Centro, distrito Villa Ocampo.

El médico policial extrajo muestra para realizar el test de alcoholemia.

«Al despistarse pegó en el guard raid y voló como 30 metros hasta caer del puente que tiene seis metros de altura. Solo la cola del auto quedó afuera del agua. Ramirez salió por sus propios medios y subió a la ruta donde pidió auxilio. Paró un gendarme, quien viajaba en su auto desde Buenos Aires hacia Resistencia e inmediátamente bajó al arroyo, donde se cortó la mano al romper el vidrio del auto hundido al que solo se le veía la cola fuera del agua. Rescató al chofer, pero ya estaba muerto. El otro cuerpo, el de Fleitas, quedó sin vida en el asiento de atrás», explicaron uno de los policías que trabajó en el lugar.

El gendarme que tuvo el gran gesto de auxiliarlos es Sergio Fabián González, 39.

Hay que tener en cuenta que es la jornada más fría del año, con la sensación térmica cercana a 0°C con viento sur insoportable.

Gustavo Raffín