CAUSA BASE AÉREA RECONQUISTA – Este lunes y martes que pasaron prosiguió el juicio que investiga el Tribunal Oral Federal de Santa Fe en cuanto a la represión ilegal en el norte santafesino, conocida comúnmente como la causa Base Aérea Reconquista (“Sambuelli Danilo y otros…”).Declararon ante los magistrados las víctimas Horacio Albarenga, Luisa Pratto, Hugo Zapata, Hemilse Cañete (Ctera), Raúl Borsatti, Oscar Lencina y Alberto Alegre (La Gallareta).
Albarenga, propuesto por la defensa, provocó un cimbronazo en la sala y especialmente en los abogados de uno de los imputados, el comisario Carlos Nickisch, cuando no reconoció que haya firmado una denuncia hecha ante escribano público por presuntas amenazas y en la que involucraba a personas vinculadas a la querella. La misma había sido presentada en la audiencia anterior por el Dr. Gonzalo Miño. Albarenga dijo claramente que no era su firma.
Esta denuncia fue profusamente difundida días atrás por el semanario “Sin Mordaza” y por el periodista ex PCI, Carlos Cenoz (Reconquista). El presidente del Tribunal frenó las preguntas de fiscalía y de la querella al testigo, para que el caso fuera resuelto por el Juzgado Federal de Reconquista.
Luisa Pratto, radicada en Buenos Aires y a pesar de serios problemas de salud, se presentó para hablar extensamente de su historia padecida, al igual que sus hermanos, de su soledad en manos de militares y policías de Reconquista.
Una familia perseguida con saña por parte del terror militar-policial en el norte santafesino. Sumó un valiente, conmovedor y muy fuerte testimonio, con imputaciones concretas.
Además de que con su historia se abrió otra causa en la Justicia federal de Reconquista, a juzgarse en junio próximo, por apropiación y sustitución de identidad de uno de sus hijos, José, en la que está involucrado el aeronáutico Sambuelli.
LUISA SUMÓ VALENTÍA
Alberto Alegre, oriundo de La Gallareta, narró sus detenciones y torturas a que lo sometieron en la Base Aérea Militar Reconquista. No es la primera vez que declaraba e incluso en una oportunidad lo hizo ante el juzgado del Dr. Baltasar Garzón (España) cuando las leyes de impunidad aún regían en la Argentina.
Fueron dos jornadas de testimonios muy sólidos. Inclusive Albarenga, además de contradecir una denuncia presuntamente suya, aportó lo propio cuando lo detuvieron por curiosear como vecino, un allanamiento en 1976, provocando insólitamente que el propio abogado Miño pidiera la detención de otro policía represor: «Perepe» Enrique.
El Tribunal que juzga a siete represores está integrado por los Dres. José Escobar Cello, Ivon Vella, Otmar Paulucci y Mateo Busaniche (4to. Juez).
La fiscalía está a cargo de los Dres. Martín Suarez Faisal y Roberto Salum y la querella a cargo de los Dres Lucila Puyol (HIJOS), Ivan Bordón (NorteAmplioDDHH) con la apoyatura del Dr. Pedro Dinani (Liga Argentina DH).
Los siete represores sentados en el banquillo están representados por una extensa hilera de abogados entre los que se encuentran Mauricio Bonchini y Gonzalo Miño (comisario Carlos Nickisch), Ricardo Degumois (suboficiales Rubén Molina y Horacio Machuca), Claudio Torres del Sel (comisario Eduardo Luque), Germán Artola y Fernando Sánchez (comodoro FAA Danilo Sambuelli), Luis Ferreira Viamonte (mayor FAA Jorge Benítez), Oscar Vásquez (suboficial Arnaldo Neumann).
El próximo lunes 3 de marzo seguirán las audiencias, pero esta vez con tres testigos por día.
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