Los empresarios despidieron el año

DE AVELLANEDA Y DE RECONQUISTA – La Comisión de Jóvenes Empresarios de la zona hermanó a los centros industriales y comerciales de Reconquista y Avellaneda. Juntos hicieron una gran despedida de año de la que no solo participaron empresarios sino también algunos invitados. Pocas palabras y mucha fiesta, pura diversión, hasta el amanecer, en un ámbito fantástico como es el Lodge Los Brunos.Música, canto y espectáculos circenses fue el inicio de esta increíble fiesta que organiza la Comisión de Jóvenes Empresarios de la zona, que este año lograron incorporar a los dos centros industriales y comerciales de Reconquista y Avellaneda.

450 personas pagaron $ 200.- la tarjeta para para despedir el año. La recepción de los invitados, con tragos y bocaditos, se dio en medio de un paisaje maravilloso como es el complejo Los Brunos.

En el inicio, Eduardo Daniel Abbet, presidente del Centro Industrial y Comercial de Reconquista, quien en pocas palabras lo sintetizó con un brindis por la posibilidad de compartir juntos los empresarios de la zona.

El balance institucional de ambas cámaras empresariales se hizo mediante un video informativo.

Seguidamente, Darío Díaz, presidente del Centro Industrial y Comercial de Avellaneda, ofreció solo un saludo porque «La idea es una noche a pura fiesta», destacó.

Luego, vinieron las palabras de Victoria López Severín, presidenta del Centro de Jóvenes Empresarios, principales organizadores de la fiesta, que además, trabajan en la formación y capacitación de los empresarios con cursos y talleres a cargo de expertos. Prometen seguir en 2012 y se los ve muy entusiasmados.

Y la fiesta llegó, con música, canto y humor. Marcelo Josset puso humor a la noche. Las Morenas Son, hermanas venezolanas radicadas en Santa Fe pusieron salsa y baile a la noche. Y la gran ovación fue para Bruno Zupel, el dueño del lodge sede de la fiesta, subió a cantar un par de temas pero le costó bajarse.

Un solo comentario con respecto a la organización del escenario. Nos pareció que podían haberlo hecho mejor. A los que dijeron palabras no se los vió de un lado del escenario, que dicho sea de paso, no quedó bien dividirlo por el medio. Y la fiesta no termina cuando la gente se va, porque eran las 4 de la mañana y todavía faltaban sorpresas que los empresario, en su mayoría de edad, no estaban dispuestos a esperar el amanecer. Un pequeño detalle que seguro lo solucionarán el año que viene.