Qué significaron las últimas lluvias en los cultivos del norte santafesino

Entre jueves y viernes pasado hubo precipitaciones que, de sur a norte de la zona, fueron de menor a mayor. En el área más castigada por la sequía sólo suman para el barbecho de girasol. En otras le sirvieron al trigo para iniciar la siembra o salvar lo ya implantado.

Las últimas lluvias llevaron alivio al norte santafesino, donde en muchos distritos la falta de precipitaciones calificaba como sequía. Afortunadamente entre el jueves 21 y el viernes 22 hubo milimetrajes que mejoran la situación, especialmente para la siembra de trigo que ya había comenzado en algunas zonas.

Una de las áreas más comprometidas, el norte del departamento General Obligado, recibió hasta 50 milímetros. Ese registro fue el que recabó la ingeniera agrónoma Ana Deambrosi, titular de la AER Las Toscas de INTA. “Lamentablemente no alcanza a revertir el daño que ya sufrieron los cultivos”, aclaró, debido a que la falta de lluvias se inició en agosto del año pasado y desde principios de marzo la situación calificaba como sequía.

Lo más perjudicado ha sido el maíz de primera que “se perdió en su totalidad”, mientras las sojas temprana rindieron menos de la mitad de lo normal. “Se cosechó entre 500 y 1.300 kilos, mientras la media está entre 1.800 y 2.000 kilos por hectárea en la zona”, precisó Deambrosi.

Los sorgos, como es natural, toleraron mejor la falta de humedad y oscilaron entre 15 y 20 quintales. También adelantó que en la zona no se siembra trigo y que la recarga de humedad es una buena noticia para los barbechos de girasol.

La ingeniera también comentó que el déficit hídrico perjudicó a los tamberos de la zona que por la falta de lluvias en marzo no pudieron sembrar los verdeos de invierno y ahora deberán entrar al invierno con mayores costos, ya que se verán obligados a comprar alimento fuera de los establecimientos. Aquí existe una pequeña cuenca con 10 establecimientos tamberos de escala familiar.

Otros registros en General Obligado fueron:

– 20 milímetros en Tacuarendí; 16 en La Sarita; 12 Villa Ocampo; 30 Avellaneda; 25 Reconquista; 22 Barros Pazos; 15 el Arazá; y 12 en Romang.

“Al norte de Reconquista, en la zona de Las Mercedes, Villa Ocampo, está más seco; acá en esta zona de Reconquista con estas gotas, van a largar la siembra de trigo”, dijo el ingeniero agrónomo Rubén Del Fabro, quien advirtió que de todas formas los perfiles están “justos a escasos”. Por lo tanto “tiene que seguir lloviendo” para consolidar lo que hasta el momento se estima como un incremento en la intención de siembra de entre 5 y 10% en la superficie triguera de la zona (unas 30.000 hectáreas). Para la siembra de girasol, que comienza a fines de julio, será necesaria más humedad.

9 DE JULIO

Al otro lado del norte santafesino, en el departamento 9 de Julio, los registros fueron de menor a mayor de sur a norte. Logroño reportó 10 milímetros; Tostado 12; Pozo Borrado 20; Villa Minetti hacia el norte 30. “Las reservas de humedad van exactamente en ese sentido; menores en el sur y mayores en el norte”, indicó el ingeniero agrónomo Ricardo Mercau.

“Con esto se va a poder avanzar en algunos cuadros de trigo que se habían secado mucho y no se iba a sembrar sin este chaparroncito. Pero en otras zonas fue insuficiente; este es un invierno que tiende a más seco”, agregó. El balance hídrico del perfil -añadió- muestra un déficit de 80-100 milímetros para el cereal, que tiene una ventana de siembra que se inició el 15 del corriente y se extiende por un mes.

Mercau remarcó que se vive “el otoño más seco de los últimos 3 o 4 años” en la región, agravado porque “marzo no repuso humedad”. En este contexto el asesor segmentó la superficie triguera en tres: un tercio ya se sembró y las precipitaciones llegaron para fortalecer el cultivo; otro tercio que estaba expectante se va a implantar gracias a las precipitaciones de la semana pasada; y el tercio restante no podrá sembrarse en la presente campaña, por lo que este será un año de retroceso para el cultivo en ese departamento. “Si no hubiese llovido la baja sería más importante”, aclaró. En la zona quedan 10 o 15 días para sembrar.

Fuente: Juan Manuel Fernández – campolitoral.com.ar