La clandestinidad de la represión militar en Chile: desaparecidos, torturas, asesinatos y mujeres violadas

EFE

Después de las protestas del domingo hubo 2138 personas detenidas, entre ellas 243 niños, niñas y adolescentes y 407 mujeres. Nueve de ellas fueron desnudadas en actos policiales, según cifras oficiales, en en medios alternativos y advertencia de la CIDH. Sumado a los videos de los y las ciudadanas.

La Comisión de Derechos Humanos de la OEA (CIDH) expresó su preocupación por denuncias hechas al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) sobre violencia sexual, desnudamientos forzados y torturas en el contexto de las detenciones de manifestantes. «Chile debe investigar y sancionar estos hechos con diligencia, así como la actuación policial y militar en las que se habría hecho uso desproporcionado de la fuerza contra civiles. El uso de la fuerza debe regirse por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad», expresó la CIDH.

Según las cifras del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) tras las jornadas de protestas del domingo hubo 2138 personas detenidas, entre ellas 243 niños, niñas y adolescentes y 407 mujeres. Nueve de ellas fueron desnudadas en procedimientos policiales, en hechos sucedidos entre las comunas de Santiago, Maipú, Iquique, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Talca, Concepción, Valdivia, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas. La mayoría acusó uso desmedido de la fuerza al momento de la detención, además de detenciones a niños y niñas, malos tratos, golpes en rostros y muslos, torturas y vejaciones sexuales, entre otras vulneraciones.

La abogada de Red Chilena Contra la Violencia hacia las mujeres Silvana del Valle, explicó a El Desconcierto que «la violencia político-sexual ha sido un continuo en nuestro país y en toda la región durante las últimas décadas, dado que los aparatos policiales han sido educados para ser dispositivos patriarcales. Esto resuena durante la dictadura en Chile y en el periodo post dictatorial como una característica muy marcada de las policías».

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Quienes estamos atentas a los medios alternativos, amistades que viven en Chile en estos momentos, familiares chilenos, estamos viendo cómo militares en horarios de toque de queda están ingresando a departamentos y casas donde viven estudiantes y se los llevan detenidos, muchos de ellos desaparecidos actualmente. También hay denuncias de abusos sexuales, violaciones y humillaciones a mujeres detenidas, algunas de ellas desaparecidas luego de su ultraje desde su departamento, como podemos ver en un video que lo muestra claramente. Las vecinas y vecinos están filmando, allí están los hechos, no en las palabras de grandes replicadores de medios de comunicación masivos.

«La profunda crisis política y social que atraviesa Chile por estas horas, asestó una herida de muerte a la Grupo de Lima nacido en 2017 como contracara de la Unasur.

El Grupo de Lima, del cual integra Argentina gracias al presidente actual, Mauricio Macri, hizo un claro viraje hacia la derecha. Chile fue el modelo a seguir para ellos, y hoy está en explosión.

Las represiones en Argentina, aumentadas desde Bullrich como Ministra de Seguridad, deja un claro mensaje del ataque constante al pueblo, de la decisión política de no aceptar la protesta, un derecho como ciudadano y ciudadana.

Ley 5688 de Seguridad Pública de la Ciudad de Buenos Aires

«No está autorizado a la portación de armas de fuego y municiones de poder letal el personal policial que por su función en el operativo esté destinado a entrar en contacto físico directo con los manifestantes». Además, el Artículo 100, deja en claro que «Es obligatorio para todo el personal policial interviniente en manifestaciones públicas portar una identificación clara que pueda advertirse a simple vista en los uniformes correspondientes».

La represión en Buenos Aires por acompañar al pueblo chileno se ha llevado detenidos y detenidas. La decisión política de este grupo de derecha es dejar en claro que el derecho que tenemos como ciudadanas a la protesta ante el ultraje de nuestras vidas por parte del Estado, no es una opción y para ello tienen al grupo que se hace llamar «seguridad» para reprimir a un pueblo que dice basta.

Compañeros y compañeras de medios de comunicación: en las redes sociales (aunque sus dueños eliminen videos y los poderosos paguen por esconderlos) los y las chilenas nos muestran día a día su fuerza de no bajar los brazos, de que el presidente Piñera renuncie y que este grupo de políticas claramente neoliberales de derecha, se desintegre por el bien de la comunidad toda.

Por Analí Macuglia.