Cambian dólares y planchan el tipo de cambio

Salvador Di Stefano Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo.

Los pronósticos del dólar, la tasa de interés e inflación hasta el 2019, los analistas de mercado ¿habrán dicho la verdad?, o quedaron bien con Mauricio.

La estrategia electoral del gobierno es muy clara, no hacer ajustes en el año 2017, endeudarse en dólares, y cambiar esos dólares por pesos para financiar el presupuesto. Bajo esta premisa, hay un claro incentivo a consumir en el mercado interno o acopiar dólares esperando que pasen las elecciones legislativas.

El gobierno comenzó el año 2017 destrozando a la legión de economista que presagiaban el apocalipsis con la llegada de Donald Trump, salió al mercado internacional y consiguió el financiamiento que se propuso. Esta semana Aeropuertos 2000 consiguió U$S 400 millones a una tasa del 6,95% anual, y la provincia de Entre Ríos que en noviembre se vino de Estados Unidos con las manos vacías, coloco U$S 350 millones a una tasa del 8,75% anual.

Este escenario de financiamiento fluido para el país, hace que el gobierno tome dólares y los cambie por pesos para aplicar al presupuesto, y haga que el tipo de cambio se ubique en precios mayoristas por debajo de $ 16,00.

A esta oferta de dólares hay que sumarle los ingresos del blanqueo, que en su mayoría se realizan en dólares, y presiona a la baja el tipo de cambio. Por si todo esto fuera poco, la eliminación de las retenciones al trigo, hizo que la cosecha sea de 15 millones de toneladas, que en la actualidad se exportan y generan otro canal de ofertas de dólares.

En este contexto el tipo de cambio esta planchado, y no da motivos para que lo juzguen cuando la inflación trepa.

El verdadero problema lo tiene el Banco Central, como el gobierno cambia dólares por pesos, la emisión monetaria crece y esto le genera alguna complicación con la gran cantidad de dinero que emerge en el mercado. Esos pesos busca retirarlos vía letras del Banco Central, por las que paga una tasa de interés, a un plazo muy corto. Para hacer atractiva dicha colocación, coloca el nivel de tasa de interés por encima de la inflación esperada.

La pregunta obligada seria ¿Cuál es la inflación esperada en el año 2017? Según el presidente del Banco Central se ubicaría en el 17% anual, sin embargo, los incrementos de la energía eléctrica, peajes, combustibles, prepagas, entre otros auguran algún nivel inflacionario mucho mayor.

Los analistas de mercados presagian una inflación nacional del 20% anual para el año 2017, 14% anual para el 2018 y 9,5% anual para el año 2019.

La tasa de interés se proyecta en niveles del 20% para fines de 2017 y 15% para fines de 2018.

El tipo de cambio para fines de 2017 se proyecta en 18,40, y para fines de 2018 en $ 21,0. En el año 2017 crecería por debajo de los niveles de inflación esperados, y en el 2018 a igual ritmo de la inflación. En ambos casos la tasa en pesos le ganaría a la mejora del tipo de cambio.

Un último aspecto que destacaron las consultoras es que el nivel de actividad se mantendrá en un crecimiento del 3% anual para los próximos años, y que el déficit fiscal se mantendrá en los niveles actuales nominales, y descenderá gracias al crecimiento del PBI, con lo cual la relación déficit versus PBI disminuirá en los años por venir.

Este es el resultado del relevamiento de expectativas de mercado que realiza el Banco Central. Consideramos que la base del pronóstico está sustentada en que el gobierno tendrá en los próximos años un fluido ingreso de capitales, gran financiamiento, alta inversión y una mejora sustancial de los precios de los productos que exporta.

Desde nuestro punto de vista, creemos que la inflación podrá estar en el año 2017 en niveles más elevados que el 20% anual, y coincidimos en un dólar bajo para 2017 y un crecimiento del 3% anual.

Desde nuestro punto de vista, el año 2018 será un año en donde el tipo de cambio debería ajustar a un ritmo mayor que la inflación, la Argentina esta cara en dólares, y no hay en el horizonte inmediato posibilidades de bajar impuestos, por ende, la variable tipo de cambio seria la que deberá ajustar.

Para los años 2018 el crecimiento económico podría ser superior al proyectado por los analistas, porque observamos la posibilidad de una gran devaluación del dólar a nivel mundial, lo que impulsaría el precio de las materias primas que exportamos. Por otro lado, la baja de retenciones de soja en los años 2018 y 2019, impulsarían la inversión en el campo, como también en todo el complejo sojero, lo que determinaría un escenario muy beneficioso para nuestro país.




Conclusión
Por lo que afirma la media del mercado, el tipo de cambio subirá menos que la inflación esperada, y la tasa en pesos proyectada a dos años vista. Esto implicaría que las inversiones más jugosas serian lebac en pesos, acciones y compra de propiedades.

Desde nuestro punto de vista, si este análisis sería correcto, Argentina seguiría siendo cara en dólares, los argentinos continuarían veraneando fuera del país y el atesoramiento de dólares sería muy elevado. Esto hace poco sustentable al pronóstico de la media de los analistas de mercado.

Creemos que no será fácil domar a la inflación, la tasa de interés alta reprime la suba del tipo de cambio, pero también afecta al consumo. Un dólar planchado no es sustentable en el tiempo, el mercado no financiaría eternamente a un país que no potencia sus exportaciones, y sus ciudadanos se gastan en el exterior los dólares financieros o los compran para guardarlos en caja de seguridad.

Por Salvador Di Stefano
Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo.