Presentaron en Rosario un proyecto para optimizar el uso de antimicrobianos en los hospitales públicos

El uso inapropiado de los antimicrobianos produce un impacto negativo no sólo en los pacientes, sino también en el ecosistema”, sostuvo la directora provincial de Promoción y Prevención de la Salud, Andrea Uboldi.

El Ministerio de Salud de la provincia, junto con la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi) presentó este jueves en Rosario el “Proyecto para la Implementación y Evaluación de Programas para la Optimización del Uso de Antimicrobiano”, proyecto multicéntrico en el marco de la “Estrategia Argentina para el Control de la Resistencia Antimicrobiana”.

De la actividad, que se realizó en el Hospital Provincial de esa ciudad, participaron la directora provincial de Promoción y Prevención de la Salud, Andrea Uboldi; y la directora de ese nosocomio, Soledad Rodríguez, junto con referentes sobre la temática efectores públicos y privados de toda la provincia.

En la oportunidad, Uboldi señaló que “este proyecto busca la implementación, de forma práctica, de un programa para adecuar el uso de antibióticos, disminuir las resistencia y trabajar con mayor calidad a nivel hospitalario”.

“La exposición innecesaria a los antimicrobianos incrementa el riesgo de desarrollar eventos adversos e interacciones medicamentosas, adquirir sobreinfección por otros patógenos, además del incremento espurio en los costos asistenciales”, añadió la funcionaria.

Asimismo, explicó que “a diferencia de otros medicamentos, el uso inapropiado de los antimicrobianos produce un impacto negativo no sólo en el paciente que los recibe, sino también en el ecosistema”.




Tratamiento antimicrobiano

Si bien el tratamiento antimicrobiano precoz y apropiado ha demostrado reducir la mortalidad en los pacientes con sepsis severa o shock séptico, se estima que entre un 20 y un 50% de los antimicrobianos prescritos en los hospitales de los EE.UU. son inapropiados o innecesarios.

Estudios de prevalencia llevados a cabo en la Argentina arrojaron un porcentaje global de indicaciones inadecuadas del 16,8%, con una proporción de esquemas inapropiados en las profilaxis quirúrgicas del 47,1% y en los tratamientos empíricos del 15,1%.