Lifschitz presidió el acto recordatorio de los 34 años del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano

“Sabemos que en algún momento, quizás más temprano que tarde, las islas Malvinas volverán al patrimonio argentino”, destacó el gobernador de Santa Fe.

El gobernador Miguel Lifschitz presidió este lunes en la ciudad de Santa Fe, el acto recordatorio de los 34 años del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, oportunidad en la que se rindió homenaje a los 323 tripulantes que perdieron la vida el 2 de mayo de 1982, en el marco de la guerra de Malvinas.

Lifschitz expresó que “siempre es emotivo recordar a Malvinas, a los caídos y a los que volvieron, a aquellos que mantienen viva la llama, la memoria de lo que representó para la Argentina esa gesta, el sacrificio de quienes quedaron para siempre en esas tierras o en las heladas aguas del sur”.

“Quizás no haya ningún acto tan injustificado como el hundimiento del Belgrano. No había necesidad, desde el punto de vista bélico, pero sin embrago, fue una especie de venganza del Reino Unido frente al atrevimiento de la Argentina de haber intentado recuperar las islas”, añadió el gobernador.

“Malvinas nos deja lecciones, porque estos hombres que regresaron durante muchos años fueron ignorados. Y esto no es nuevo en la historia argentina: los padres de la patria, como Manuel Belgrano y el general San Martín, también fueron ignorados en su tiempo y reconocidos mucho después”, recordó el mandatario provincial.

“A veces -prosiguió- los pueblos y la historia se toman su tiempo para reconocer a aquellos que han puesto la vida en defensa del interés común. Pero llegó el reconocimiento para los veteranos, llegaron las leyes, sobre todo aquí en la provincia, y el reconocimiento en especial de la sociedad”, señaló el titular del Ejecutivo provincial.

“Ellos han trabajado para mantener la memoria y lo siguen haciendo todos los días, mostrando con su acción cotidiana ese espíritu de servicio y vocación, esa capacidad de solidaridad que tuvieron en aquellos tiempos y siguen sosteniendo hoy frente a cada situación difícil que nos toca atravesar”, consignó Lifschitz.




La ceremonia

Del acto, realizado en la esquina de avenida Almirante Brown y el bulevar Muttis, participaron también el ministro de Infraestructura y Transporte, José Garibay; el secretario de Gobierno, Mariano Cuvertino; la diputada provincial Clara García; la secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Santa Fe, María Martín; y el teniente de Fragata de la Armada Argentina, Julián Valdebenito, entre otras autoridades, además de excombatientes de Malvinas y docentes y alumnos del Liceo Naval Fluvial Santa Fe y de las escuelas “Nicolás Avellaneda” e “Ignacio Rodríguez”.

Adrián Benítez, un exconscripto tripulante del Crucero “Belgrano” hundido el 2 de mayo de 1982, recordó que “de los 323 camaradas caídos en las frías aguas, abatidos por dos torpedos traicioneros del submarino Conqueror, casi 50 eran santafesinos. Ellos nos indican permanentemente un camino de recuperación de nuestro territorio austral usurpado”.

Asimismo, agradeció “el cobijo que a través de leyes y beneficios nos brindaron a los veteranos de guerra”, y dedicó un párrafo especial de su alocución a su padre, Juan Carlos Benítez, “uno de los tripulantes del querido crucero que navegó desde los astilleros Filadelfia hacia nuestro territorio”.

En la continuidad del acto, el gobernador Lifschitz junto con el ministro Garibay y los exconscriptos Dante Leguizamon y Miguel Ibañez, colocaron ofrendas florales al pie del monumento alusivo, erigido en el lugar, en honor a las 323 víctimas tras el ataque al crucero.

Finalmente, la Banda Sinfónica de la Policía de la Provincia cerró el acto con la ejecución del Toque de Silencio y de las estrofas de la Marcha de las Malvinas.

Hundimiento del crucero “Belgrano”

El hundimiento del Crucero “Belgrano” se produjo el domingo 2 de mayo de 1982, durante la Guerra de Malvinas, como consecuencia del ataque del submarino nuclear británico HMS Conqueror. De esta manera, los británicos obtuvieron la superioridad naval en la zona.

El ataque causó la muerte de 323 argentinos, la mitad de las bajas en todo el conflicto. El hecho generó una polémica en ambos países, al haberse producido fuera del área de exclusión establecida por el gobierno británico alrededor de las islas. Es el único caso de un barco hundido en guerra por un submarino nuclear.