Una crisis que se profundiza

SINTRIGO Y SIN LECHE – Cuando se analiza la bronca que manifiestan los productores rurales durante los actos gubernamentales, la razón no hay que encontrarla en posturas ideológicas y en aisladas loas a la dictadura militar que realizan algunos trasnochados.La realidad es más simple y la raíz profunda del malestar radica en que todos los indicadores económicos reales demuestran que sectores estratégicos de la agroindustria argentina, que constituye el principal sostén productivo del país, está atravesando por una severa crisis que se profundizó con el colapso financiero internacional. Pero que fue generada principalmente por las políticas públicas erróneas implementadas por el Gobierno nacional y por el absurdo revanchismo que expresa el kirchnerismo.

Los escraches merecen ser repudiados, y así lo hizo prácticamente todo el arco político argentino y la Mesa de Enlace. Pero el hecho de que el gobernador bonaerense tenga que desplegar un imponente operativo de seguridad (ver página 5), para visitar el interior y evitar incidentes, muestra que existe una crisis profunda que debe ser atendida.

Ya cerraron 6.000/7.000 tambos en poquísimo tiempo, y la cosecha de trigo es la misma que tuvimos hace un siglo, subrayó el reconocido economista Marcelo Lascano. Y agregó que las virtudes de la agroindustria con sus innovaciones tecnológicas fueron las que nos llevaron a vivir con tranquilidad estos años.

Despejemos el camino de la ideología y hagamos las cosas bien, recomendó.

La menor superficie que se prevé sembrar con trigo en esta campaña, consecuencia de

la continuidad de la sequía y la incertidumbre comercial de los productores, determinará que el ciclo deje sólo una cosechita
del cereal.

Este año vamos a tener una cosechita de trigo, pero en principio la menor área de siembra se produjo por la falta de lluvias y no por una decisión de basamento económico de no sembrar por parte de los chacareros, explicó el especialista Alejandro Ramírez.

En esa línea, remarcó que el cultivo del cereal siempre fue sinónimo del gran paliativo contra el hambre en el mundo. El trigo es harina, es fideo, es pan. Es la base de la lucha contra el hambre, dijo.

De cara al magro escenario productivo, referentes del circuito granario local remarcaron que, en momentos que el mundo necesita trigo y muchos países son compradores habituales, Argentina no tendrá reservas para exportar. Por eso Ramírez puso de relieve que la fuerte merma que mostrará la trilla triguera nueva perjudicará a las arcas oficiales por la baja del ingreso de divisas, debido al menor monto de retenciones que cobrará el Gobierno, y remarcó que la crisis se profundizará por el achicamiento económico de los pueblos del interior, que se encuentran en las zonas trigueras.

Señaló también que Argentina ya perdió mercados en el mundo por nuestra inoperancia en el comercio internacional, generada por medidas oficiales que rozan el intervencionismo.

El analista fue más lejos en sus apreciaciones y señaló que dejamos de ser confiables, y aquellos que no nos compran hoy, no van a esperar a que todo cambie y que volvamos a ser un importante productor de trigo, sino que saldrán rápidamente a conseguir otros proveedores que le venderán el cereal.

La lechería en estado de coma
Desde la Federación Agraria plantearon un panorama aún más sombrío. Aseguraron que la falta de rentabilidad en la actividad lechera nacional, sumada a políticas erróneas, determinó hasta el momento que los 50.000 tamberos que trabajaban en el país hace 20 años se redujeran a sólo unos 10.000, consideró el dirigente Guillermo Giannasi.

El gremialista, que integra la comisión de lechería de la Federación Agraria, aseguró ayer que, como productor tambero, en el sector luchamos por nuestra supervivencia, habida cuenta de los bajos precios que perciben por la entrega a usinas de la leche fluida.

Giannasi puntualizó que los costos productivos están por encima de 1 peso: los productores perciben alrededor de 70 centavos el litro, pero en los supermercados el costo es de arriba de 2,50 pesos. En ese sentido, subrayó que hemos pedido hasta el cansancio a este Gobierno que transparente la cadena láctea, que le explique a la población que el consumidor paga cuatro o cinco veces más la leche en la góndola, y destacó que en los últimos tres a cuatro años se profundizó el proceso de transferencia de recursos de la producción a las grandes cadenas de comercialización muy concentradas.

Hay grandes industrias que tienen un fuerte respaldo del Gobierno y que son funcionales a las políticas del secretario Guillermo Moreno, concluyó.